-
Una aplicación, y un desconocido
Fecha: 09/12/2024, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Esa mañana me había quedado sola en casa, por suerte. Mis compañero de piso fué a cenar a casa de unos amigos y me quedé sola en mi habitación. Me pasé las primeras horas entretenida con el móvil, entraba y salía de las redes sociales con aburrimiento. *Nuevo mensaje de User5667 Hace días me había instalado una aplicación para chatear anónimamente, en ese momento estaba muy cachonda y necesitaba soltarlo todo con un extraño, ya saben, nada de compromisos. Estaba tan aburrida que decidí contestar, al menos chatear un rato. - Hola preciosa - decía su mensaje- - Hola, gracias por el cumplido - Te apetece un polvo esta noche? - me sorprendió esa pregunta, fue muy directo. Ni de coña. No lo haría en persona con un desconocido. - No puedo - respondí- - Que pena, si supieras lo que te pierdes. * Foto* Me había mandado una foto, ya me imaginaba que era, dudé un poco en abrirla pero finalmente lo hice. Obviamente era su polla, solo con verla me puso cachonda, era grande y venosa. Me hice una escena en mi mente en la que me hacía gemir mientras la metía. Y sin darme ni cuenta ya tenía la mano por debajo de mis bragas y me estaba tocando, cada vez mi coñito se humedecía más y mis pezones estaban como piedra. ¿Que podría pasar si lo invito a mi casa? Estoy sola, nadie va a molestar. - La verdad sería una pena no poder meterme esa polla en la boca, no quiero morirme sin probarla. - Interesante... Parece que alguien se ha arrepentido al ver la ...
... foto. Le envié mi dirección y acordamos que estaría en mi casa en una hora. Aproveché y busqué en mi cajón de ropa interior alguna pieza de lencería, quería disfrutar el momento. Encontré una preciosa, era negra y casi dejaba mi cuerpo desnudo por completo transparentaba mis tetas y en la parte de abajo era un tanga diminuto que prácticamente lo dejaba ver todo. Encima de eso me puse un vestido de seda de los de dormir. Me puse bien de perfume y en la mesita de noche puse condones y lubricante. Lo tenía todo preparado cuando sonó el timbre, yo era un manojo de nervios, literalmente iba a follar con un desconocido, eso me ponía muchísimo. Ni siquiera había abierto la puerta y ya estaba húmeda. - Hola - me dijo un chico bastante normalito que sonreía a dos pasos de mi mientras miraba de arriba a abajo mi cuerpo - Eres preciosa. Era alto y delgado, bastante normal. Tendría más o menos 20 años, dos más que yo. Yo no quiería hablar, solo me interesaba hacerle de todo hasta que se corriera conmigo. Le tiré de la camiseta atrayendolo hacia mi, se pegó tanto que seguro podía sentir mis tetas contra su pecho. Nos comenzamos a besar eufóricamente mientras el cerraba la puerta a su espalda, lo guíe hacia la habitación y lo empujé por los hombros de forma que cayó sentado en la cama. Me miraba con cara de satisfacción apoyando su peso en sus brazos, y yo me quitaba el vestido. Cuando vió lo que traía debajo se mordió el labio inferior. - Joder que buena que ...