1. UN LARGO Y CÁLIDO VERANO. Cunado me hice gozadora


    Fecha: 28/10/2018, Categorías: Tabú Anal Sexo en Grupo Autor: Livido, Fuente: xHamster

    ... soy. Si ya tenía en el encanto que produce la entrega incondicional y la obediencia sumisa para ceder a todos los caprichos del macho, conservando el poder de la situación. Me hacia desear, le sacaba dinero y lo tenia de la nariz.Mis caderas se habían ensanchado visiblemente, estaba voluptuosa, mi vagina vivía siempre abierta, palpitando, húmeda, me ardía deseosa de sentir un pene en su interior. Que bella sensación…Esa conmoción de la verga dentro de mi cuerpito y el placer supremo de extraer la leche de los cojones del hombre. Dios… solo toda esa energía traspasando a mi cerebro la simiente y la descarga seminal lograban calmarme por un rato. Unos orgasmos rítmicos compulsivos, me recorrían la espina dorsal cuando llegaba a la estasis y la intensidad del placer me dejaba quedar fuera de mí.Mi organismo cambió, tome un bamboleo al caminar una traslación de las ancas que estimulaba miradas de deseo, chifles y babeos. Principiaba a engendrarse esa fragancia, esa feromona, de adolescente en flor convertida a hembra deleitosa que sacar de quicio a los libidinosos y lo disfruta. Era ya mi esencia, lo que he sido toda mi vida, una gozadora.Mi castigo para toda mi vida hasta hoy, ocultar mi pasión y desvelo en una imagen que vendo de profesional seria. Una burguesa, rubía, menuda, bien preparada de buenos modales, conservadora que va a misa con la mama, mientras por dentro siempre voy ardiendo. Solo los veraneos, los fines de semana o cuando me voy lejos de casa soy lo que habita ...
    ... en mí, una putita gozadora.Ese verano nos pintábamos con Carlita par salir de noche, nos poníamos ropa que marcara nuestra cola y busto, nos encantaba la codicia que provocábamos de que nos calificaran de putitas lesbianas.Esa tarde me había tirado a dormirla sienta esperando que el sol bajara un poco para ir a la playa.Mi madre, en ese entonces una dama de 50 años, siempre maquillada, bien vestida, producto de buenos colegios y una formación afrancesada. Blanca con una capellina para protege su cara del sol y en pose de figurín tenía unas piernas perfectas y una charla exquisita. Yo la miraba y sentía deseos de ser como ella porque cautivaba los hombres con sus gestos, y miradas.Sentí voces y mire medio dormida por entre las esterillas de la ventana, era mi madre y el jardinero, un señor de unos 30 años, grande y musculoso. Le había llevado una jarra con agua. Estaba por girar para seguir durmiendo cuándo me pareció notar que una mano de mi madres hurgaba en la entre pierna del señor y masajeaba ese enorme bulto sin que el señor se inmutara. Qué es eso – me dije -Si, no lo podía creer, es mas, se desprendió la bragueta y dejo salir aquella boa que mi madre acariciaba con delicia. Se puso de rodillas y se lo llevo a la boca con indisimulado placer, mientras acariciaba sus piernas y el la tomaba del pelo y sumergía la verga en su garganta.Aquel inmenso falo desaparecía y surgía de la boca de mi madre que sorbía frenética y la cara de deleite del jardinero por la situación y la ...
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