Isabel, te follaba una y otra vez (1/9)
Fecha: 12/12/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Gungnir, Fuente: CuentoRelatos
... ella volvía a estar bajo la presión de las manos de él, el cuello de él volvía a estar húmedo de la lengua de ella. El ascensor abrió sus puertas y se adentraron en él a trompicones, un revoltijo de brazos y piernas, más concentrados y devorarse mutuamente que en caminar. De algún modo, Isabel consiguió pulsar el botón de su planta, y el ascensor comenzó su subida.
Isabel quedó apoyada en la esquina del ascensor, con el pecho moviéndose al ritmo de su agitada respiración, la cabeza un poco gacha, la mirada alta, la expresión de deseo irrefrenable. Carlos, a un paso de ella, con la camisa remangada, con dos botones superiores desabrochados durante todo el forcejeo, con la respiración más tranquila que la de ella y mirándola con la cabeza sin agachar, con los ojos un poco entrecerrados, mirando hacia abajo, hacia los ojos de ella.
-Quiero verte -Dijo Isabel cuando de repente agarró las solapas de la camisa de Carlos y tiró en direcciones opuestas, haciendo que esta se abriese sin remedio. Algunos botones parecieron romperse, otros parece que aguantaron el envite.
A Carlos no le gustó nada ese tratamiento a su camisa, le había molestado bastante ese arranque de ella que se había llevado por delante parte de sus botones. La ...
... había sujetado con fuerza por las muñecas para evitar que hubiese más destrozos y se le pasó un poco la molestia cuando la lengua de Isabel recorría su torso. Esa mujer usaba mucho la lengua. Liberó las muñecas de ella y la dejó hacer, le palpaba y lamía, subía a su cuello y bajaba a su pecho. Y así continuó hasta que el ascensor abrió las puertas.
Isabel echó a andar sin mirar atrás sabiente de que él la seguiría. Caminó moviendo las caderas de forma tan sugerente como parecía posible, rozando lo imposible, se paró frente a una puerta y sacó rápidamente la tarjeta de su mini bolsito. Carlos miraba el mini bolsito ahora, consciente de su presencia y se preguntaba dónde demonios había estado ese trasto todo este tiempo.
Isabel abrió la puerta empujándola con un golpe de su culo, estableció contacto visual con Carlos y avanzo al interior de la habitación caminando de espaldas mientras sonreía juguetona y hacía gestos con el dedo para que se acercara. Carlos entró y cerró la puerta tras de sí con un taconazo, Isabel lo empujó contra esa misma puerta y le besó, le besó y continuó besando, dejó su boca y besó su cuello, dejó su cuello y besó su pecho, dejó su pecho y besó su abdomen, y finalmente quedó de rodillas frente a él.