1. En la playa nudista


    Fecha: 29/10/2018, Categorías: Voyerismo Autor: laparejapicante, Fuente: RelatosEróticos

    La verdad es que no era el día óptimo para ir a la playa pues hacia poco sol y algo de viento, pero a pesar de ello y que al salir de casa se veía nublado decidimos ir. Nos gusta mucho ir a una playa nudista de nuestra provincia que se caracteriza por la cantidad de dunas y recovecos que tiene. Ello la hace interesante porque permite cierta intimidad, pues sin estar escondidos tapa un poco el panorama. Normalmente vamos a tomar el sol desnudos pero claro a veces pasa algo, no siempre.
    
    La verdad es que al llegar la playa estaba desierta, así que nos pusimos a lo nuestro, a tomar el sol desnudos. Durante la estancia, como hacia un poco de viento, mi mujer se arrimó a mi y claro con el contacto de sus grandes pechos, 120E, el bicho se puso morcillón. Al verlo mi mujer sonrió y pícaramente comenzó a acariciarlo por encima y este pasó de morcilla a mástil. Evidentemente no se podía desperdiciar ese mástil, por lo que ella comenzó a sobarla y meneármela. Al poco de estar en ello paso un señor, como a 10 metros. Tendría unos 50 años pues las marcas faciales y las canas blancas lo delataban. Él también estaba desnudo. Es de los que ella llama legales, porque no nos gusta la gente que va vestida a las playas nudistas, vamos los típicos mirones. Paso de largo pero girando la cabeza para ver el tema, claro allí vio que se cocía algo. Mi mujer, que le encanta provocar, giro la cabeza para ver el tipo, le sonrío, y entonces comenzó a chupármela. El tipo al minuto volvió a pasar cerca, ...
    ... esta vez a como a unos 5 metros, se paro unos segundos a mirar y luego siguió de largo.
    
    En eso me dice mi mujer, “Vaya tenemos admiradores” y yo le dije, “bueno, mirar es gratis y yo estoy en la gloria con esta mamadita, si quiere mirar que mire, pero tu sigue cielo”. Eso la encendió mas pues el ritmo de la mamada aumento. El tipo volvió a pasar y se quedo sentado a 3 metros, mirando. Por suerte la playa estaba desierta y podíamos dedicarnos a lo nuestro.
    
    La temperatura aumentaba cada vez mas por lo que la retiré de mi polla y me puse a chuparle las tetas mientras con otra mano me dedicaba a acariciarle el coño. En eso que el tipo se mueve y se sienta delante de nosotros pero respetando la distancia, con lo que podía ver con lujo de detalles. Yo para calentar mas la situación comencé a acariciarle el coño y a abrírselo con los dedos, por lo que el tipo podía ver perfectamente el rosadito del coño de mi mujer y como le metía los dedos. El tipo muy correctamente se limitó a quedarse sentado mirando.
    
    El calentón de mi mujer la llevó a empujarme para dejarme boca arriba. Se montó encima, abrió sus piernas y se metió la polla en el coño lentamente, para después empezar a cabalgarme. Para esos momentos el tipo, que podía ver todo perfectamente por la posición, ya se acariciaba la polla mientras nos miraba follar. Seguro que podía ver el culazo de mi mujer y mi polla entrando y saliendo perfectamente desde donde estaba sentado masturbándose.
    
    Mi mujer giro la cabeza y le ...
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