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El admirador de Anny
Fecha: 27/12/2024, Categorías: Confesiones Autor: violettasanders, Fuente: CuentoRelatos
Anny, jugadora de tenis en su universidad; disfruta de su vida entre el deporte y sus estudios. Dayanna, emprendedora; aunque su fuerte no fue el estudio, dedicó su vida a ser influenciadora con productos de belleza. Se conocen desde hace mucho tiempo; empezaron a compartir sus vidas desde la primaria, son mejores amigas y conocen hasta sus más íntimos secretos. Y obvio, el tema de los chicos no puede ser la excepción. Hace ya algún tiempo que Anny empezó a recibir mensajes halagadores en sus redes sociales, pero uno ha llamado particularmente su atención. “Hola. Te he visto jugando. Eres una gran deportista. Te admiro mucho.”. Era el mensaje con el que inicio el contacto con aquel joven, que según en su perfil decía tener 26 años. Así fue que decidió continuar con la conversación. Peter era su nombre. A: “Hola Peter, supongo que eres de la universidad pues es el único sitio donde juego. Ah, y algunas veces asisto a un club con mi madre, pero solo vamos mujeres, no creo que asistas allí”. Pasaron solo unos minutos y ya estaba la notificación de un nuevo mensaje: P: “Jajaja… No. Por supuesto que en la U. Estoy estudiando uno de los diplomados”. Anny respondió al cabo de un rato, a pesar de su curiosidad no quería parecer intensa: A: “mmm interesante. ¿Y practicas algún deporte allí?” Anny, recostada ya en su habitación, no pudo continuar leyendo su libro favorito porque volcó su atención en esperar la respuesta de aquel chico, por ahora misterioso. Su ...
... único desahogo era contarle a Dayanna la situación. A: “¿Amiga, tú conoces a un tal Peter? Estudia en mi universidad, pero nunca lo he visto. Te envío su link para que lo revises”. D: “Ok sweetie, ya mismo lo reviso.” Dayanna lo revisó en aquella red social pero no lo reconoció. En su perfil no había mayor información y solo estaba su foto. Puso su nombre en el buscador, pero fueron muy pocos resultados que se asemejaran a la poca descripción que allí había. D: “No sé amiga, es mejor que tengas cuidado. No tiene mucha información y nunca lo he visto en nuestro en nuestro pueblo. ¿Más bien cuéntame del juego de hoy, como estuvo?”. Así hablaron un par de horas hasta que se despidieron. En la mañana, Anny al despertar observó que había una notificación, el mensaje que tanto esperaba: P: “Sé que no me has visto, pero sé lo hermosa que eres. Sé que no me conoces y yo tampoco mucho de ti, pero tus ojos me dicen mucho. Sé que los milagros existen porque tu existes, porque te veo y no existe nada más”. Anny quedó un poco perpleja, aunque muy en el fondo, emocionada. Prefirió dejar así y continuar con el resto de su rutina. Ese día tuvo clases en la mañana, asistió a prácticas de tenis en la tarde y en la noche salieron con Dayanna a un centro comercial. Allí Anny le contó del mensaje y le confesó que estuvo todo el día pendiente para ver si recibía otro. D: “Anny, pues pienso que ya ha pasado un tiempo prudente, escríbele pues, a tu poeta”. Y así fue, ...