1. La madrastra


    Fecha: 29/10/2018, Categorías: No Consentido Autor: , Fuente: CuentoRelatos

    Era un día normal para Sam, ese joven de 20 años ya recién cumplidos, quien pasaba su mañana tarde en casa. Sam vivía con su señor padre y su madrastra Sheila, quienes se casaron aproximadamente hace 1 año, ella era una mujer joven de alrededor de 30 años (12 años menor que su padre), atractiva, de pelo castaño claro, piel blanca, de complexión delgada, 1.68 de estatura, con pechos de buen perfil (86 cm) y un trasero firme, de gimnasio no muy grande pero definido y antojable. Sam algunas noches se masturbaba pensando en ella, en cómo sería tener un encuentro con ella y envidiaba a su padre por ello. Si bien Sam tenia encuentro con chicas de su edad, ahora le llamaba la atención tener un encuentro con una mujer mayor, una MILF como le decían y aunque lo deseaba para el solo parecía un solo sueño.
    
    Un sábado cualquiera Sam bajaba las escaleras de su casa para dirigirse a la cocina, pensó que no había nadie así que suspiro un: -Que ganas de follar tengo-. Sin percatarse que en la sala se encontraba Sheila, se dio cuenta cuando esta cerró un libro que leía, dándole un pequeño susto a Sam.
    
    -Ah Sheila –Decía un poco asustado y nervioso por lo que había dicho– No sabía que andabas acá –Se sonrojo al verla, ella estaba recargada en un sillón amplio con una bata transparente de color negro, brasier y calzón de mismo color, dejando entre ver sus atributos, a Sam casi le volaban los ojos al verla, ella se dio cuenta solo sonrió ligeramente en seña de gusto.
    
    -No te preocupes, ...
    ... creí que no estabas, como vi que tu padre salió tempano, pensé que habías ido con él, ya sabes cosas de hombres.
    
    -No la verdad, ya no salgo con mi papa como antes, ahora ya ni se dónde se mete, la verdad es que te veo más a ti que a él, pero eso no me molesta, me gusta estar contigo –Decía con tono pícaro.
    
    Sheila solo sonreía, cuando se puso de pie, cerrando su libro, acariciando el rostro de Sam le dijo –Que lindo eres, la verdad que eres un caballero como tu padre, ¿Y dime tienes planes para esta noche?
    
    -No la verdad no, pensaba quedarme en casa, la verdad quiero descansar un rato -Mientras veía a Sheila quien caminaba a dejar el libro en una repisa dándole la espalda, mientras que Sam admiraba su trasero, dándose ideas de cómo sería tenerla en posición de perrito.- ¿Y tú Shei, algún plan para hoy?
    
    -No realmente, a lo mejor invitaba a unas amigas pero no se aun no es seguro, todo puede pasar no crees, bien iré a darme un baño, te veo en un rato –Mientras subía las escaleras despojándose de su bata quedándose en ropa interior a la vista de Sam, él la siguió de manera sigilosa por las escaleras para que no se diera cuenta y vio que la puerta de su cuarto estaba entre abierta lo cual aprovecho para poder entrar pero no consiguió verla, se percató de que Sheila recién había entrado al baño al escuchar como abría la regadera, entrando al cuarto tratando de no hacer ruido, vio que la puerta del baño estaba a la mitad abierta hecho un ojo y la vio ahí de espaldas, desnuda ...
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