1. Impulso por ganas


    Fecha: 03/01/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Webmonster6910, Fuente: CuentoRelatos

    Fue una escena para la que nada me hubiese preparado. Apenas media hora antes estábamos en la Facultad y Ana me preguntó por mensaje:
    
    -¿Quieres tener sexo conmigo?
    
    Obvio no supe qué decir. Apenas unos segundos pasaron:
    
    -No lo estés pensando a menos que todos tus coqueteos hayan sido puro pico de gallo.
    
    Ella había salido de su clase unos minutos antes que yo. Seguía sintiendo que parecía una broma y pero respondí:
    
    -No tengo nada que pensar. ¿Cuándo y dónde?
    
    -Ya. Vamos a un motel. En mi coche. Apúrate.
    
    No me dijo dos veces. Antes de 15 minutos estábamos en la habitación del motel. El lavabo estaba por fuera del baño y me puse a lavarme las manos. Fueron unos segundos pero al secarme las manos me di cuenta de que Ana ya estaba completamente desnuda sobre la cama boca arriba. Su mano izquierda sobre su abdomen acariciándose. Me estaba mirando y cuando nuestras miradas se cruzaron sonrió levemente ante mí cara de sorpresa.
    
    -Apúrate -me dijo, comenzando a tocar su entrepierna con su mano derecha levantando sus rodillas y separando las piernas. Yo comencé a desnudarme. No había tiempo que perder. No pude evitar sorprenderme. Su enorme trasero y sus gruesas piernas siempre me habían causado admiración pero ahora, completamente desnuda, su piel ligeramente bronceada y una casi total ausencia de vello por ningún lado. Sus pechos pequeños pero cónicos firmes y de pezones rosados. Sus pies, Dios mío, sus pies eran angostos pero no sobresalía ningún hueso como ...
    ... si hubiesen sido diseñados. Ya desnudos los dos, ella arreció los movimientos de su mano entre sus piernas y claramente pude escuchar el sonido inconfundible de la humedad abundante que salía de su vagina. A pesar de ello, no pude detenerme y tomé uno de sus pies, a lo que ella me ayudó levantando la pierna. Pensaba besarle pero sus dedos, uno a uno, terminaron en mi boca provocando un gemido intenso y profundo en Ana mientras besaba sus suaves deditos uno a uno. Quise continuar pero ella entre gemidos me gritó:
    
    -¡Ya por favor Oscar! ¡Penétrame ya!
    
    Tan rápido como pude me calcé el condón mientras ella levantaba sus pies para ponerlos sobre mis hombros. Tomé sus tobillos y la penetré. Ana tiene una vagina estrecha pero muy lubricada y eso me hizo sentir deliciosa presión sobre mi verga. De pie en el borde de la cama comencé a moverme sin soltar sus tobillos pero separando sus piernas para ver su vientre plano y sus pechos con pezones hermosamente erectos. Ana gemía con fuerza, casi gritando. No pasó mucho tiempo y empezó a ponerse muy dura y a contonearse casi convulsionando. Un orgasmo de los más impresionantes que había visto hasta ese momento. Yo seguí mis movimientos hasta que ella me detuvo con sus manos para hacerme saber que me detuviera. Yo me quedé quieto sin sacarle mi verga. Ella estuvo respirando y mirando al cielo por un momento antes de mirarme a los ojos.
    
    -¿Qué hago? -pregunté tratando de ver qué seguía en ésta sorpresa para mí.
    
    -No te has venido ...
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