Me traiciona mi subconsciente
Fecha: 17/01/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: PattyBar69, Fuente: CuentoRelatos
... la tenía tan dura, podía yo notar con mis labios y mi lengua, las venas hinchadas que iban por todo el tronco de su verga. Era una experiencia muy morbosa y empezaba a distinguir su liquido preseminal que ya empezaba a fluir, pero no podía controlar los nervios
……………
Un sabor amargo invadía mi boca, con la sensación de viscosidad o algo pastoso en mi paladar, ¿se vino en mi boca? no lo sabía, ¿cómo era posible?, produce tanto semen que era imposible que no me hubiera dado cuenta o lo pasara por alto, solo sentía en la boca esa sensación que queda después de la eyaculación.
Mi mente se esforzaba por tratar concentrarse y recordar que había pasado y como es que ahora estábamos de pie , pero no podía porque mi cuerpo reaccionaba a las duras embestidas que me daban desde atrás, era Ricardo, que ahora estaba en el rincón, me estaba penetrando de pie, miré y vi que mi pantalón me lo había bajado hasta las rodillas junto con mi panty, cada una de sus manazas se aferraba a cada uno de mis senos y me apretaba los pezones con sus dedos índice y pulgar al grado que me dolían, mis senos casi desaparecían dentro de sus enormes manos mis senos eran apretados , sobados, masajeados, estirados, sin dejar de apachurrar mis rozados pezones.
Sentía como su gruesa verga se abría camino dentro de mí y me invadían sensaciones de placer y dolor, pero yo seguía pensando donde estaba mi novio y que de ninguna manera podía darse cuenta de lo que estaba pasando.
Mordía mis labios para ...
... evitar gemir, pero casi no podía mantenerme en silencio, La verga de Ricardo es grande y muy gruesa, yo siempre he sido estrecha así que era muy difícil contenerme cuando empieza el clásico movimiento de meter y sacar.
Como era su costumbre, la trataba de meter toda y hacia movimientos rotatorios, arriba abajo, izquierda/derecha que siempre me hacen enloquecer y esta vez no era la excepción, se movía con maestría rozando fuertemente mi entrada e interiores con su enorme pene.
Su verborrea sucia no podía faltar, aunque ahora creo que consiente de que podíamos ser descubiertos me la decía al oído, frases como “que panocha tan apretada tienes putita” “gimes como perra en brama princesa” o cosas así por mencionar solo algunas ya que su sucio repertorio no tiene fin.
Trato de levantarme una pierna, lo cual consiguió escasamente, mi pantalón en las rodillas se lo impedían, así que hábilmente con su pie empujo mi ropa hacia abajo, cuando finalmente logro llevarla a los tobillos, soltó uno de mis senos y me saco el pantalón y la panty, entonces levanto mi pierna al grado de casi hacerme caer, tuve que sostenerme con ambas manos de donde pude para evitarlo, era una de sus poses favoritas que le gusta practicar frente a un espejo para observar como desaparece la totalidad de su pene en mi vagina.
Salía frecuentemente para evitar venirse y eso me daba un respiro, en una de esas salidas y siguiendo su costumbre me murmuro al oído, “Voy a metértela por tu culito” normalmente le ...