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Evelyn me afloja en la oficina
Fecha: 28/01/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: SuerteO, Fuente: CuentoRelatos
... su concha mojada, ella se agachaba a besarme, me besaba rico y me mordía el cuello. E: ¡¡Me encantas chiquito!! O: Y tu a mi, uhm, que rico te mueves, ¡¡ah!! Ella me cabalgaba muy rico, se movía despacio y rápido como solo ella sabe, tratábamos de no hacer mucho ruido pese a la tremenda adrenalina que teníamos. La acosté en los cartones y levanté sus piernas, se la metia y sacaba con desenfreno, ella se mordía los labios y ahogaba sus gemidos, de repente se le escapaba uno que otro, yo tenía el corazón a tope. O: Que rico aprietas nena, uhm, ¡¡ah!! E: Me encantas Oswaldito, uhm, que rico lo haces, a pesar de ser tan joven, eres muy bueno, ¡¡uhm!! La puse en cuatro patas, era incómodo ya que los cartones no eran suaves y el piso nos lastimaba las rodillas pero no nos detenemos. La tome de la cadera y se la deje ir con fuerza, se la metía rápido y lento, le apretaba las nalgas, miraba alrededor y no había pájaros en el alambre. Se escuchaban las voces de los compañeros, algunos preguntaban por mí, la adrenalina me hacía ponerme más duro y esto Evelyn ...
... lo disfrutaba. E: ¡¡Si, Oswaldo, uhm, agh, ah!! O: Que rico, uhm, no mames, eres magnifica. El dolor de rodillas nos hizo ponernos de pie nuevamente, ella se recargo empinándose en aquella máquina abriéndose rico de nalgas. E: ¡Vamos papi, damela toda! O: ¡¡Cabrona!! ¡Me encantas! La tome de las nalagas y se la deje ir con fuerza, ella se movia en circulos, por la ropa que aun teniamos encima sudabamos y dejabamos el olor a sexo en aquel rincon. E: Que rico, me vengo, ¡¡amor, me vengo!! O: Si, uhm, muévete, ¡¡hazme venir bebe!! Ambos nos movíamos fuerte, yo la embestía con todo, apretaba sus nalgas, le jalaba el cabello y le mordía los hombros, en eso ambos llegamos juntos al climax. E: ¡¡Ah!! Que rico, uhm, ¡¡ah!! O: ¡¡Uhm!! Dios mío, ¡¡que rico!! El orgasmo fue fenomenal, nos quedamos pegados como perros, y reíamos después de la rica travesura que hicimos. Nos acomodamos la ropa, ella me beso y le di una nalgada y regresé a mi lugar, por suerte no nos vio nadie, ahí me di cuenta que ella era una mujer facil y dificil al mismo tiempo.