Con la tormenta afuera y la… adentro
Fecha: 29/01/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos
Les comparto la experiencia de mi amiga Laurita, que para fines prácticos transcribí en primera persona espero sea de su gusto.
De antemano agradezco sus comentarios que me incentivan a seguir compartiendo con ustedes.
Y: "Esteban", grité. "¡Adán! Se acerca una tormenta. ¡Hay relámpagos!"
Esteban y Adán estaban esperando algunas olas cuando me escucharon gritar. Se volvieron y miraron hacia las siniestras nubes que se movían rápidamente. Un trueno retumbó. Remaron hacia mi cada quien con su tabla.
Cayó una lluvia torrencial y me limpié los ojos mientras corría hacia el auto de alquiler. Abrí el maletero y tiré mis maletas. Faltaba la parrilla porta equipajes. Los chicos corrieron hacia mí, jadeando.
Y: "Chicos, alguien robó la parrilla porta equipajes".
A: "¿Quién roba la parrilla portaequipajes de un coche de alquiler?"
E: "No hay tiempo. ¿Qué hacemos?"
Apenas podía verlos. Apenas podían verme.
E: "Ponga el asiento delantero hacia atrás y coloque las tablas a través de la puerta trasera hasta que la tabla de con el piso delantero"
A: "Buena idea".
Mientras Adán ajustaba los asientos. Esteban desliza las tablas desde el hatchback. Esteban se subió al asiento del conductor y puso las llaves en el encendido. Adán y yo miramos incrédulamente el asiento trasero.
A: "No hay suficiente espacio para los dos".
Y: "¿Podría sentarme en el regazo de Esteban y tú conduces?"
E: "No, mi nombre es el que está en la póliza, Si chocamos con este ...
... clima, estaré en muchos problemas".
A: "Planeas estrellarte", riendo
Y: "Date prisa", molesta, indicándole que se sentara. "Esteban, voy a sentarme en el regazo de Adán, solo porque eres un rígido seguidor de las reglas". Incomoda.
E: "Está bien. Son sólo 20 minutos hasta el hotel". Desinhibido.
Habíamos volado a Ensenada para lo que se suponía que serían unas vacaciones para dos parejas. La novia de Adán lo dejó tres semanas antes. Le preguntó sobre el viaje a Ensenada porque ya lo habían pagado. Ella le dijo que no valía la pena esperar, porque se iba a Europa con un músico del que se enamoró.
Adán estaba devastado. Esteban le dijo que aún hiciera el viaje, que sería increíble y que hay muchas mujeres en Ensenada. Solo puse los ojos en blanco. Pero tenía razón. Era mejor que quedarse en casa y entristecerse porque ella lo dejo por otro.
Me deslicé en el asiento trasero y me senté de lado, mis pies descansando en el área del medio increíblemente pequeña, mi espalda hacia la ventana, mi trasero en el regazo de Adán. Esteban pisó el acelerador y partimos.
El camino de grava desde la playa apartada hasta la carretera principal tenía unas pocas millas de largo y mientras aceleramos sobre los baches no pude evitar rebotar contra el regazo de Adán. Me volví para disculparme y noté que estaba viendo cómo mis pechos se movían. Por supuesto, que era inevitable debido a lo delgado de mi bikini ese día. Me disculpé de todos modos.
Y: "Lo siento si te estoy ...