Contraté para que mi mujer conociera el máximo placer
Fecha: 04/02/2025,
Categorías:
Confesiones
Autor: yanik, Fuente: CuentoRelatos
Después de 20 años de casados nuestras relaciones sexuales han pasado a ser monótonas, aparte de que yo tengo más años y mis erecciones duran poco. Mi mujer que a sus 44 años tiene un cuerpazo impresionante, es reacia a cualquier experimentación en el sexo. Solo cuando bebe alguna copita de más se desinhibe un poco y se deja comer el coño. Incluso hay veces que estando con más copas de la cuenta se duerme a aprovecho a jugar con ella y arrancarle varios orgasmos. Cuando le hablo de ello dice que no se lo cree. Varia veces mientras hacemos el amor le he susurrado que un día traería a un profesional para ayudarme, y con un “tú eres tonto, ni hablar” se acaba el tema.
Hace unos meses trasteando por internet encontré un anuncio de una pareja ofreciéndose para todo tipo de sexo. Contacte con ellos y expuse que yo no quería un intercambio, solo quería que mi mujer tuviera una noche de sexo fuera de lo normal. Les conté con todo detalle cómo era ella, cómo se comportaba en el sexo y que tenía que ser algo “espontáneo”.
Días después quedé con ellos para conocerlos y contarme su plan. La mujer era más normal, pero él era un hombre alto y por los datos que me dio bastante más dotado que yo, además de ser más joven que yo.
Aprovechando que mi mujer va a clases de bailes latinos, me propusieron ir un sábado a un hotel en el que hay una sala de fiestas y había un día especial Latino. Yo tenía que reservar una mesa, luego contactaríamos y que nos dejáramos llevar.
Acordamos que ...
... si yo no quedaba satisfecho con la experiencia solo pagaría las consumiciones de la noche y el taxi. Yo esperaba quedar satisfecho y pagar gustosamente los 700€ que me habían pedido.
Aprovechando el cumpleaños de mi mujer le propuse celebrarlo en ese hotel y así podría enseñarme a bailar un poco. Le gustó la idea, di el ok a la pareja y reserve todo.
Llegó el día. Una vez en el hotel nos dio tiempo a dar una buena vuelta por la zona. A la vuelta ducha y preparativos para una noche de celebración.
Viéndola ducharse, ponerse un tanga minúsculo, según ella para que no se le notara con el vestido, y ponerse un vestido nuevo con el que entendí lo del tanga minúsculo, me excitó de tal manera que estuve a punto de estropear la noche.
Después de cenar, de bebernos una botella de vino y brindar con cava, mi mujer ya iba muy contenta. Bajamos a la sala y nos acomodamos en nuestra mesa. Ya la sala estaba muy animada.
Nos dio tiempo a tomarnos unos mojitos antes que una pareja nos preguntara si podían sentarse con nosotros, ya que no había sitio para sentarse. No me dio tiempo a contestar, fue mi mujer quien les invitó a sentarse.
Tras una charla de presentación, él se llamaba Pedro y su mujer Marga, tomarnos otra bebida que nos pidieron, nos invitaron a salir a bailar. Ellos salieron y la verdad es que lo hacían muy bien. Mi mujer me sacó a bailar. Me insistía que la bachata es muy sencilla, pero soy negado para el baile y no tardamos en volver a la mesa.
La pareja ...