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Propuesta indecente a una chica quizá inocente
Fecha: 10/02/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... rico que disfrutar una buena panocha al natural. Puse el glande a su entrada y ella misma se lo iba empujado contraminando sus dos perfectas nalgas contra mi pelvis. Era una invasión lenta y delicada y sentí como esa membrana de sus labios me apretaban el tronco y podía sentir las paredes de su vagina contrayéndose y dándole placer a mi verga. Que rico se miraba ese culo en esa posición, era un paisaje indescriptible ver el arco de su espalda y esos glúteos a mi disposición. Comencé el taladreo a mi primera velocidad, dando tiempo para que la transmisión calentara lo cual no pasó mucho tiempo pues esa vagina es como un pequeño riachuelo que constantemente vierte ese jugo calientito que uno literalmente puede sentir. Mi verga se deslizaba fácilmente y se escuchaba ese entrar y salir de mi verga a los compas de como crujía la cama. Le tomaba de las nalgas y se las abría para ver como mi verga se hundía completamente en ese deslizadero exquisito de esta hermosa mujer. Le pegué una nalgada que sonó con eco en la pared y Loren me dijo: -Así papi… cógeme… me gusta cómo me la mueves. Mi pelvis pegaba en sus nalgas y se oía como si fuese un aplauso, de vez en cuando la volvía a nalguear a lo que Loren contestaba con frases similares: -Si papi, dame verga… soy tu putita papito. Intuía que Loren había pasado de esa tensión a dejarse llevar por la excitación… ya no parecía esa chica cohibida o tímida. Ensalivé mi dedo pulgar derecho y se lo puse en la entrada sobando su ojete que ...
... sentía como lo contraía y con los minutos le tiré una escupida a su culo y comencé a perforárselo de esa manera. Ella solo me dijo: ¡Que rico papi… me vas a hacer acabar! Muévelo así, que me vas a hacer acabar. -No sé a lo que se refería, si a mi verga o al dedo, pero mi verga entraba y salía de su conchita ya quizá a una tercera velocidad y mi dedo chaqueteaba o se hundía a placer ese apretado culo. Hice una pausa donde le saqué por completa la verga y me agaché para meterle y darle una breve lamida a ese culo. Loren solo gimió y solo escuché decir “que rico”. Volví a penetrarla con embates sólidos y potentes que hasta sentía como mis huevos chocaban con su clítoris y ella me dijo: -Hazle así… que rico. Hazle así fuerte que me vas a hacer correr. -Era un golpe violento y mi pulgar estaba enterrado en su culo y de repente sentí la contracción de su vagina y su ojete y ese espasmo se hizo visible ante mis ojos y me pidió que le diera fuerte. Gemía y le saqué el dedo del culo y la nalgueaba mientras mi verga entró a una cuarta velocidad y ella se fue hacia adelante y no me desprendí de su cintura y sus gemidos y alaridos me guiaron a encontrar el cielo. Me corrí en su preciosa conchita. Nos fuimos a bañar y yo disfrutaba de tocarla enjabonándola. Besaba su cuello, sus tetas y ella me hizo otro oral mientras nos aseábamos e hicimos una breve plática mientras la manoseaba. -¿Te arrepientes de haber aceptado esto, de haber venido? -Por el momento no me puedo arrepentir… me lo ...