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El mal se disfraza de mujeres sexys (1)
Fecha: 06/03/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: LunaMoon, Fuente: CuentoRelatos
Sara y Anya adoraban ser unas zorras con los hombres. De hecho, aprovechaban cualquier oportunidad para serlo. Los fines de semana por la noche ambas se vestían con sus outfits más provocativos, la mayoría de ellos de cuero y se dirigían a cualquier bar en busca de presas. Era la actividad favorita para ambas y no desaprovechaban ninguna oportunidad. Sara puso su mirada en el primer objetivo de la noche. Un hombre que portaba un anillo de casado pero que no tenía a su mujer cerca. Empezó a provocarle con miradas, llevaba años perfeccionando sus habilidades de seducción para que cualquier cayera ante ella. Normalmente ella dejaba que el hombre se acercara, le invitara a una copa y le conociera un poquito, para luego retirarse un momento al baño y que Anya pudiera intervenir. Se sentaba donde antes había estado su amiga, sin ni siquiera preguntar y le invitaba esta vez ella a el a una copa. Para luego empezar a interrogarle con preguntas como: ¿Le gusta a tu esposa follar? ¿Quién se corre antes de los dos? ¿Tienes alguna fantasía que nunca te has atrevido a decirle? No se cortaba con ninguna pregunta y siempre conseguía sus respuestas, haciendo que los hombres se calentarán en el proceso. Sus grandes pechos ayudaban en este cometido. Cuando ya tenía sus respuestas le pedía al hombre su número de teléfono, al principio eran reticentes y preguntaban para que quería su numero. Entonces Anya se levantaba con una sonrisa y acercaba su pecho a la cara del chico. “Así podré ...
... visitarte cuando tu mujer no esta y follarte como nadie lo ha hecho nunca”. Le daba un boli y dejaba que escribieran el número sobre su pecho, nadie podía negarse ante tal oportunidad de tocar unos pechos perfectos. Ese era el momento en el que Sara volvía a aperecer. Sara: ¿Que coño esta pasando? Anya: Este trozo de mierda quiere que me lo folle. El hombre en ese momento estaba confundido e incluso un poco asustado. Justo como le gustaba a las chicas. Ellas sonrieron la una a la otra, mientras el hombre se ponía aún más tenso. Anya se encendió un cigarro y miro con seriedad al hombre que tenían frente a ellas. Anya: Mi amiga Sara y yo vamos a llamar ahora mismo a tu mujer y le vamos a decir lo bueno que eres en la cama. ¿Que te parece? El hombre entró en pánico ante la situación. Sara: Pero aún puedes salvarte, haz lo que te digamos y podrás volver a casa con tu mujer como si nada. Vamos a salir de aquí cada una agarrada a un brazo tuyo ¿Entendido? Anya: ¡Camina! ¡YA! Sin atrasarse un segundo más, el hombre dejó que las mujeres vestidas de cuero le llevaran hacia fuera. Practicamente en un arresto sin opción a huir. Una vez fuera Anya empezó con su ritual agarró las manos del hombre y le miro a los ojos. Anya: Creo que es importante para un hombre experimentar dolor y places a partes iguales. Voy a darte un poco de cada uno para ilustrarte. Sara usó un pañuelo que tenía para atar las manos del hombre. Aún tenía posibilidades de huir si ...