1. Mi nuevo desahogo


    Fecha: 10/03/2025, Categorías: Confesiones Autor: Vlad escritor, Fuente: CuentoRelatos

    ... visitarnos; pues apenas se había enterado de lo que sucedía.
    
    Mónica no podía ingerir nada de alcohol, por lo que solo nos acompañó en la comida.
    
    Treinta minutos de que se había marchado nuestro amigo, a mony le dio un ataque de ansiedad. Como la charla fue un tanto animada, a ella se le paso la hora de su dosis.
    
    Habiéndose tomado dicha dosis y mas calmada, se fue a recostar a la recamara.
    
    Yo me quede en la sala mal diciendo, todos estos acontecimientos.
    
    Bebí un poco mas de la cuenta. Eso si. Sin perder conciencia de todo.
    
    Ingrese al internet para leer mas de esos relatos; esta vez agregando algún vídeo sobre el tema.
    
    Luego de una hora.
    
    Decidí ir a descansar.
    
    Al entrar al cuarto, veo a Mónica acostada, a la mitad de la cama, pero atravesándola.
    
    Al igual que la otra noche, me quede observándola.
    
    Traía puesta, unas zapatillas negras, una minifalda negra, una blusa rosa, algo escotada.
    
    Antes de comenzar a asustarme.
    
    Pues la dosis no hacia efecto tan rápido, note que aun lado de mi esposa, se haya a un libro.
    
    A ella le gusta leer.
    
    Me puse mi pijama y comienzo a acomodar a mi bella durmiente, cuanto se le alzó un poco la falda, dejando ver unas panties amarillas.
    
    No pude evitar oler su vagina a través de esa prenda.
    
    No lo hubiera hecho; pues, mis manos empezaron a hurgar su cuerpo. Mi boca besaba sus piernas, llegando a su vulva.
    
    Sus panties fueron bajadas por unas manos temblorosas.
    
    Sin el control que antes me detuvo, hundí ...
    ... mi cara en esa hermosa vagina.
    
    Mi lengua atacaba sin pudor esa hendidura de placer. Bebía su humedad como si no hubiese probado liquido alguno.
    
    Mis manos desnudaron la mitad del cuerpo de Mony.
    
    Con mucha sed, fui a la boca de mi amada. Abriéndola y así disfrutar de ella.
    
    La senté para quitarle lo que aun llevaba puesto.
    
    Amasaba sus pechos al ritmo que iba clavando mi miembro ardiendo en esa vulva.
    
    Mis besos subían y bajaban de su boca a su cuello y regresaban a su lengua.
    
    Sus nalgas eran invadidas entre la cama y manos llenas de ganas.
    
    Mis estocadas, cada vez mas fuertes y llenas de ira. Ira de hambruna.
    
    Pronto sus piernas eran llevadas a mis hombros, para no perder detalle alguno en cuanto a mi placer.
    
    Colocada boca abajo. Mi lengua hurgaba y jugueteaba en su esfinter anal.
    
    Pronto mi glande se abría paso a través de esa cavidad.
    
    Tiraba de sus cabellos como cuando ella se haya a en brama, solo que esta vez no habían gemidos, emanados de su boca.
    
    Una fuerte sacudida orgasmica llego a mi, vertiendo líquidos en sus entrañas.
    
    Aun hambriento, metí mi falo en su boca. No sentía igual, por la falta del movimiento de su lengua y de sus labios mamando; pero, era la misma sensación de que mi glande era llenado de saliva.
    
    Dando vuelta. Logre un 69, lleno de líquidos y de durabilidad.
    
    Volviendo en perfecto acomodo, atendí su vagina como al principio, mamando como crio esos pezones que algún día y en plena conciencia disfrutaban con lo que ...