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Un anal
Fecha: 19/03/2025, Categorías: Anal Autor: Imbolc, Fuente: CuentoRelatos
... empujón. Y llegas hasta el fondo. Te detienes. Jadeo y tú me magreas las nalgas. Respiras fuerte. Empiezas a retroceder y te detienes justo antes de que salga el glande. Otra vez empujas y gemimos. Cada vez más rápido, cada vez con más deseo. Por entre mis gemidos de oigo resoplar. Me penetras más y más rápido. Me das una nalgada y yo grito de placer. Te detienes con toda la verga metida en mi ano. Otra vez te dejas caer encima de mi espalda. Besas, muerdes mis hombros. Tu saliva resbala por mi piel. Yo muevo las caderas contra tu pelvis, mi vulva contra la almohada mientras magreas otra vez mis pechos colgantes. Empujas un poco sin sacar la verga. Quieres sentir como se balancean. De repente siento tu mano entre los labios de mi vulva. Los dedos friegan, viajando desde el clítoris hasta la entrada de mi vagina. Los jugos hierven. Sientes el clítoris duro. Te escucho sonreír en mi oído. Sigues frotando tus dedos. Mueves suavemente las caderas para que, ensartada, me mueva yo también. Gimo cada vez más. La saliva me humedece los labios. Los ojos y la cabeza se me van. Más intenso. Mueves tus dedos con más intensidad. Se tensa todo mi cuerpo. Me arrancas un orgasmo y todos mis músculos se relajan. Mis brazos ceden y mi cuerpo cae encima del colchón. Solamente mi culo sigue levantado por la almohada. Me acaricias los costados y me besas la parte de la cara que puedes ver. Jadeo empapada de sudor. Te siento ardiendo encima mío. Resigues mi cuerpo con tus manos ...
... mientras vuelves a erguirte detrás de mí. Tus manos se agarran firmes de mis caderas. Lentamente mueves tus caderas para atrás, sacando el tronco de tu verga. Pero no la punta. Otra vez me penetras lentamente, disfrutando de cada milímetro de carne que abres. El aceite empieza a absorberse y la penetración se siente más áspera. Respiras fuerte. Yo gimo tirada sobre el colchón. Mi cuerpo aún tiembla del orgasmo cuando me das otra nalgada. Empiezas a entrar y salir de mi culo más y más rápido. Tus dedos se clavan cada vez con más fuerza en mis carnes. Tus huevos me golpean entre las piernas. Te escucho gruñir. Has perdido ya la cabeza. Tus caderas se mueven ya solas, follándome duro y rápido. Cada vez más duro y más rápido. Mi clítoris sigue rozando con la almohada, me aferro con los dedos al colchón. Se clavan con fuerza. Mis caderas quieren descontrolarse, pero tus manos -y tu polla- las mantienen en su lugar. Me invade el mareo de otro orgasmo. Mi cuerpo se mueve a tu ritmo. Gimo. La penetración ahora es seca. Y tú sigues duro, muy duro. El ano empieza a dolerme. Respiro entrecortada. Los pezones frotan contra el colchón y eso me excita aún más. Quiero gritar de dolor. El roce excita mi vagina. Gimo y a veces los gemidos se ahogan con gritos, cuando empujas con más fuerza, como si quisieras meterla todavía más adentro. Más y más adentro, cuando ya ha tocado fondo. Tus manos se tensan. Tus dedos se hunden más en mi carne. Todo tu cuerpo se tensa. Te oigo gritar de ...