1. Unas vacaciones con mis tías (P. 10) : Una copa en el pueblo


    Fecha: 02/04/2025, Categorías: Incesto Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos

    ... palabras y debí de quedarme con sonrisa de bobo pues volvió al ataque.
    
    -Crees que podrás, cabroncete?
    
    -Que si podré? Te voy a reventar a polvos! Le dije intentando dominar la situación.
    
    Volvió a soltar otra carcajada y me atornillo con otro beso caliente y lascivo.
    
    -A ver si eres capaz! Volvió a retarme apretando de nuevo mi polla a la vez que clavaba sus ojos en los míos como los clava un felino en su presa.
    
    Tuvimos una buena conexión mental porque sin decirnos nada apuramos los vasos y salimos del bar. Era una noche bastante cálida, pero el calor de nuestros cuerpos superaba con creces la temperatura ambiente. Nos fuimos alejando de las luces hasta llegar al coche, donde tan solo el cuarto menguante de luna apenas iluminaba nuestros cuerpos. No se veía a nadie cuando entramos y antes de arrancar nos besamos de nuevo. Cada beso que nos dábamos provocaba un torrente de lujuria recorriendo nuestros cuerpos, y busque con mis manos el cuerpo de mi hermana a la vez que sus manos buscaban el mío.
    
    Palpé de nuevo sus pequeñas tetas mientras con la otra mano sobaba sus potentes muslos. Los abrió de inmediato al sentir mi mano y avance con ansiedad hasta tocar sus bragas. Me sorprendió que ya estuvieran mojadas pero eso no impidió que buscará bajo ellas. Sentí los carnosos labios genitales mojados, como sus bragas, y esa sensación produjo palpitaciones en mi polla que mi hermana pudo sentir al rodearla con su mano.
    
    Ya me la había sacado del bañador y la sobaba con ...
    ... la misma ansiedad que sentía yo. Bajó los tirantes de su vestido con la otra mano para ofrecerme sus grandes y duros pezones que aparecieron erguidos rodeados de una preciosa aureola marrón. En ese momento la miraba a los ojos y pude ver el deseo desbordante que manaba de ellos.
    
    Comencé a chupárselos, primero uno, después el otro, los metía en mi boca y los succionaba con fuerza como si fuera a sacarles leche. Ya me había hecho saber cómo le gustaba que se los chuparan, el día anterior en la terraza, y no dude en hacerle en demostrarle que había tomado buenas notas.
    
    – Siiii! Así! Asiiii!
    
    Afirmó ella al sentir las potentes chupadas. Mis dedos ya habían penetrado entre sus labios genitales y los movía con suavidad en el interior de su vagina. Comencé a mordisquearle los pezones y sentí sus gemidos mientras se agarraba a mi cabeza.
    
    – Diosss! Espera! Espera! Vamos al asiento de atrás!
    
    Me dijo sin darme opciones. Con rapidez salimos del coche y volvimos a entrar a la zona trasera, dejo que me sentara en el centro y tiro de mi bañador hasta sacármelo por los pies, después hizo lo mismo con mi camiseta sacándome por la cabeza. Ella subió su vestido hasta la cintura y se montó encima de mis piernas clavando sus rodillas en el asiento. Noté como mi polla se aplastaba entre sus muslos mientras sujetaba mi cara para besarme de nuevo. Sus besos eran deliciosos, sensuales, lascivos y húmedos, y cada vez me gustaban más. Mientras lo hacía, bajo sus manos buscando mi polla y ...