La tetona infiel que necesitaba correr y correrse
Fecha: 03/04/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Lucas el men, Fuente: CuentoRelatos
Hola, soy Lucas, tengo 28 años y desde hace los 2 que llevamos de la famosa pandemia, la inactividad y el estrés hicieron mella en muchos cuerpos incluido el mío, regalándome una panza que aunque no voluminosa pues si me hace sentir incómodo al usar cierta ropa por lo cual me puse la meta de ponerme en forma de una vez por todas, los gimnasios empezaron a aburrirme por lo que decidí salir a correr a un parque cercano a mi localidad y ejercitar con las máquinas y juegos del mismo.
Tal cual ese lunes al que todos le huimos y aplazamos llegó y me levanté a las 5 de la mañana para la tarea y empecé con el ejercicio cuando pasados 10 minutos y 5 vueltas llega a mi la imagen que luego me haría tocarme y hacerme varias pajas al día. Era una mujer de estatura mediana baja, piel blanca, cabello café largo hasta la cintura algo pasada de kilos, pero cuya grasa corporal no se aglomeraba en una abultada barriga, en una espalda de cargador o en unas piernas deformes, nada de eso, tiene unas buenas piernas, un trasero grande con algo de celulitis pero no demasiada (en lo personal me gusta así, un poco de celulitis hace las cosas más naturales e interesantes) y la que con el pasar de los días sería la razón de varias pajas diarias y de que en pleno parque me maneje con una erección bastante notoria sobre todo en ropa de ejercicio la cual llamaba la atención de muchas mujeres (para que negarlo, de algunos hombres también), unas tetas enormes no se de copas o tallas pero estoy seguro que ...
... una mano no bastaba para agarrar cada una de semejantes ubres que aunque algo caídas serían seguramente el sueño sexual de cualquiera.
Ella se encontraba entre un grupo de tipos maduros en promedio 46-50 años, yo ya los conocía eran los clásicos rabo verdes retirados que tratan de entrenar a jovencitos para revivir sus días de gloria y de paso pretenden ayudar a ejercitarse a cualquier mujer con algo de atractivo a ver si cae con su labia o al menos para morbosearlas de cerca. Desde la distancia pude apreciarla estaba con una chaqueta de ejercicio blanca la cual dejaba ver claramente el sostén que usaba y como apretaba sus enormes mamas, de lejos se me hizo familiar ya que su contextura, tez y atributos me recordaban a una ex tía con quien tuve ciertos acercamientos y que quizá relate en otro momento, pero en fin me propuse tratar de acercarme a semejante hembra, al siguiente día la saludaba mientras trotaba y le hacía comentarios como “ya termina vecina?”, “vamos usted puede”, “ya acabó?”, al día siguiente por fin estaba sola ya que los viejos verdes iban pasando un día y me acerqué, la saludé, nos presentamos... -Me llamo Lorena y usted? - Lucas, un gusto...
Ella de cerca ya se veía con algo más de edad, mientras de lejos le daba unos 25 o 30 de cerca ya se notaban de 38 a 40 pero si una estrategia me ha servido como la primera luz verde para llevarme mujeres a la cama o al menos para tener más confianza es darles por su lado y jugarles a que se ven jóvenes y pues le ...