1. Dueña de mi hermana y madre (Cap. 7): Mamás sometidas


    Fecha: 02/11/2018, Categorías: Sexo Oral Autor: ALTEZA, Fuente: CuentoRelatos

    ... a sus hijas correspondientes, entendieron que de alguna manera sus hijas habían sido convencidas de que la esclavitud era su mejor opción y que si ellas no les apoyaban, las jóvenes podrían llegar hasta el punto de ya no querer estar con ellas y eso a las madres si les partiría el alma. Las esclavas domésticas fuero siendo entregadas en sus respectivas mansiones para limpiar y ganar dinero para du dueña.
    
    Ese día se les hizo igual de pesado o tal vez aún más pesado que el día anterior, ya que en ese momento su cuerpo estaba cobrándoles factura de tanto ejercicio del día anterior al estarlo forzando durante 16 horas continuas, sin embargo eligieron soportar el dolor en vez de tener que soportar un castigo propinado directamente de las manos de su Ama.
    
    Las mini esclavas empezaban su segundo día a los pies del Ama, seguían dando su mejor esfuerzo para servir a su dueña siguiendo en la idea que era una labor voluntaria por ser cada día mejor, estaban convencidas de estar en completo silencio pensando que así se ...
    ... concentraban más en sus obligaciones.
    
    Cada una de las mini esclavas entendieron cuáles eran sus tareas, ya sabían quienes atendían los pies del Ama, quienes debían abanicarla, quienes eran las meseras que le traían sus alimentos, bebidas y servían de mesas de servicio y quienes debían mantener la casa limpia, todas siempre de rodillas.
    
    En pocas palabras, ya las mini esclavas se sentían como peces en el océano, en sus cabezas ellas sentían que su libertad era estar sometidas, y por ende no deseaban dejar de hacerlo jamás, se dieron cuenta que ellas habían nacido para ser sumisas y por eso se sentían tan cómodas así.
    
    En ese momento se dieron cuenta que su libertad no era estar fuera y de pie, al contrario, ellas se sentían libres haciendo lo que a ellas les gustaba o sea estar trabajando como mulas de carga a los pies de su dueña, mientras tanto sus madres padecían estando siendo obligadas a trabajar como burras sin obtener ni un peso por su esfuerzo diario no solo limpiando 16 horas, sino también a los pies del Ama. 
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