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Mi marido y los permitidos: mi diversión
Fecha: 05/04/2025, Categorías: Infidelidad Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
-Brenda, ¿alguna vez me fuiste infiel? La pregunta de Rolo, mi marido hace diez años, me descolocó por completo. Estábamos desayunando un sábado a la mañana en la cocina y de repente esa pregunta. -No Rolo, nunca te fui infiel, ni lo soy claro. -¿Por qué? Me preguntó. Si la primer pregunta de descolocó, la segunda directamente de dejó perpleja, mirándolo a los ojos. Lo peor fue que trataba de encontrar una respuesta coherente, que pudiera sustentar con argumentos, y no la encontraba. Fui por la más simple. -Porque te amo, no tengo por qué serte infiel. Y en un acto de autodefensa, para cortar sus preguntas, hice yo una, obvia por supuesto. -¿Y vos? -Si, dos veces, pero no físicamente, mentalmente. Una vez apenas casados con una vendedora de una tienda, pensé como sería cogerla. Y la otra ayer, con una clienta. Imagine llevarla a un hotel y tener buen sexo. -Mirá vos. Entonces, si fue ayer, algo no está funcionando entre nosotros. Sobre todo porque decís “buen sexo”. ¿Tenemos mal sexo nosotros? Recién me entero. Dije muy molesta. -Nooo, es que, como explicarte. Nosotros tenemos muy buen sexo, a lo que me refería era a hacerle de todo, cogerla a lo bruto. Yo con vos eso no lo haría nunca. -Y si con otra. Vamos a tener que sentarnos a charlar Rolo. Pero ahora no, aclara tus pensamientos y después charlamos. Me voy al club, vuelvo tarde. Dije y me marche de la cocina. Él se iba a navegar con los amigos y yo al club a jugar tenis. Tome mi bolso, ...
... y subí a mi auto. En mi cabeza no dejaban de repiquetear sus palabras “cogerla a lo bruto”, “Con vos eso no lo haría”. Diez años juntos y nunca me había planteado algo así. Y estaba segura que accedería. Estaba realmente enojada. Tome la autopista, y luego de unos kilómetros me detuve a cargar combustible. En el surtidor de al lado se detuvo un hombre mayor, debería tener unos 60 años, con una calvicie importante, pero pelo por los hombros y una barba que le llegaba al pecho, en un convertible alemán de los años 80. Estaba hermoso el auto, yo que amo los convertibles, no podía dejar de mirarlo. -Mercedes Benz SLC500 año 1980. Dijo el hombre. -Hola, es una hermosura, lo felicito. -Muchas gracias joven. Es original. Lo tengo desde los 20 años. -Es increíble el estado, el tapizado. ¿Este tiene el V8 cinco litros? -Si, que placer encontrar una joven que conozca de autos viejos. -Espere, no es un auto viejo, es una joya. Viejo es otra cosa. -Algo como yo, quiere decir. -No, nada que ver por favor. Yo amo los convertibles sobre todo de esta época. Quien cargaba nafta me dijo que estaba listo, me cobro y cuando fui a subir al auto el hombre me dijo: -Joven, espero no ser irrespetuoso, pero viendo como conoce y le gustan estos autos, me gustaría invitarla a que lo maneje. -Primero no es nada irrespetuoso, segundo no podría manejarlo del miedo a dañarlo y tercero, soy una mujer casada. -Si pudiera obviar lo tercero, y estaciona el auto en el ...