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Explorando sensaciones
Fecha: 12/04/2025, Categorías: Sexo Oral Autor: LunaAthenas, Fuente: CuentoRelatos
Nuevamente con tu miembro aún flácido completo dentro de mi boca y la tuya exhalando un gemido. “Ahhh” “Que rico puñeta” Comienzo a sentir como vas reaccionando, tu cuerpo responde, te tengo por completo. Levantó la vista y estás recostado hacia atrás con la boca abierta, respiración agitada ojos en blanco… sintiendo… disfrutando. Nunca paras de gemir y eso me encanta de ti. Y de inmediato tus manos se posan sobre mi cabeza. Soy una mujer de tez blanca, tengo 35 años, cuerpo tonificado por ejercicios, 5’4” de estatura y 135 libras, tengo pecas por todos lados y pelo corto a máquina. Tu un hombre de tez blanca de 37 años, cuerpo tonificado por ejercicios, 5’5” de estatura y 129 libras, una barba larga y muy sexy y pelo largo rizo color fantasía rosa. Me excita demasiado verte, sentirte y escucharte. Me dejas escalofríos por todo mi cuerpo con solo tenerte cerca. ¿Dónde me quedé? Ah, tus manos desesperadas, tratando de encontrar pelo para agarrar y moverme al ritmo que te dé la gana. Entonces sujetas mi cabeza completamente, me levantas y mirándome a los ojos me preguntas: “¿Me dejas chingarte la boca?” Sonrió con la mirada fija en la tuya, me retiro lento y con tu pene en mis labios te respondo: “Siempre que quieras” … y regreso, me sumerjo en tu piel, en tu suavidad, en tu deseo que es el mismo mío. Te siento profundo en mi garganta y tu respiración cada que hago un movimiento, despacio. El borde de la cabeza está rozando en el ...
... borde del cielo de la boda entrando a la garganta, entro y salgo lento haciendo fuerzas porque tus manos me presionan a lo más profundo, te siento desesperado y sé que es producto de lo que deseas y sabes que viene. Dejo entrar tú miembro completo arropando tu piel con mis labios carnosos, con mi lengua afuera hago presión donde ya mis labios no alcanzan y vuelves a gemir con fuerza y me repites “quédate ahí, quédate ahí”. Me detengo, respiro y tiemblas, entonces salgo presionando con mi lengua tu base, succiono tu cabeza suave y tersa. Me encanta tenerte, poseerte, verte tan frágil ante mi boca y mis caricias. Me levanto por completo y ya sabes lo que quiero. Te vas por detrás y me agarras mi culo con deseo, con firmeza, con la hombría que te caracteriza. Me pongo en cuatro para que me tengas a tu completo deleite. “Mmm mami puñeta que toto más rico, páramelo más para mi, quiero verlo abierto buen rico” Entonces recuesto mi pecho sobre la cama y con mis dos manos separo mis nalgas, rozándome mi vulva con mis dedos sintiendo la humedad que ya se convertía en hilos de fluido, de deseo y desespero de sentirte completo dentro de mí. Detrás de mi te siento agitar tu miembro con tus manos y de inmediato té siento azotándome mi clítoris con tu miembro duro y erecto. Luego pones tu cabeza en la entrada y sin darnos cuenta estaba completa penetrada, tanta lubricación facilitaba el acceso. Cuánto calor que desespero, los dos gritando, hiperventilando, agitados, hasta ...