Al final del turno
Fecha: 14/04/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: Dkdnt, Fuente: CuentoRelatos
Alejandra es una chica de 1.55 m, morena, delgada, con senos pequeños pero con cadera grande y unas nalgas que destacaban bastante; era fin de semana y como era habitual ya habíamos pactado el salir a tener sexo.
Durante toda la mañana estuvimos mandando mensajes a manera de provocación y pequeños retos para ir aumentando el deseo.
Le pedí que para ir mejorando la espera para el fin de turno me enviara una fotografía, a la cual accedió, sin embargo, pidió tiempo pues había estado ocupada por la mañana, ya que era el día de mayor movimiento en la empresa. Al paso de una hora veo en el teléfono la notificación, era una imagen y lo sabía, por eso me resguardé a que nadie más lo pudiera ver y en la fotografía se podía ver si blusa a mitad de la espalda y el pantalón abajo, dejando ver sus nalgas redondas y firmes.
Poco antes de la salida, un mensaje más:
- Ya quiero que me cojas, pero antes, te tengo una sorpresa.
Muchas ideas pasaban debido a que durante la semana me había comentado que tenía algunos paquetes que le estarían llegando.
La hora de salir y me apresure al vehículo, ya sentía como mi verga se ponía dura tras ver la foto de la mañana y los mensajes pidiéndome cogerla apenas la vea, el camino era corto entre su trabajo y el mío, por lo cual pronto llegué por ella.
La tenía que esperar a salir, pues en su trabajo no recibían visitas, mientras me tocaba por encima de la ropa viendo la foto una vez más, la veo salir, un palazzo rojo, completamente ...
... ajustado al cuerpo, tacones altos y venía hacia mí con ese movimiento de caderas tan característico. La vi todo el camino y mientras tanto ella sonreía y se sonrojaba.
Al recibirla con una señal de admiración por lo bien que luce, me sonríe de nuevo y me dice:
- Vámonos, porque el camino fue difícil y ya quiero que descubras tu sorpresa.
Aún no lo sabía y quedaba un camino lejano, el hotel que queríamos descubrir estaba lejos y me apresuré a conducir. En el camino se iba acomodando en el asiento, se veía nerviosa y de pronto al paso por alguno de los reductores de velocidad se notaba una pequeña cara de gozo y un gemido tenue se escapaba.
En un momento la sensación aumentó y un pequeño susto, pensó que el plug que estaba utilizando por primera vez si había ido aún más al fondo. Aquí descubrí la sorpresa por accidente, entre el nervio y susto me pidió detenerme y verificó que todo estuviera en orden, al percatarse que era así, continuamos con el camino.
Íbamos a mitad de la distancia y el movimiento hacía que sus sensaciones aumentaran, se veía en su rostro y su expresión de placer no podía ocultar que el camino y el tiempo que tomaría llegar no era un problema, sino totalmente lo contrario.
Un instante, un movimiento brusco y un gemido de mayor intensidad, con la mayor expresión de placer en su rostro y el silencio subsecuente me hacían saber que su primer orgasmo había llegado.
Que largo se me estaba haciendo el trayecto, pero al fin después de unos minutos ...