¡Me metieron una culeada muy fuerte!
Fecha: 19/04/2025,
Categorías:
Bisexuales
Autor: angelcam512, Fuente: CuentoRelatos
Ser bisexual tiene muchas ventajas, puedes sentir placer al tener sexo con una linda chica, es lo más delicioso de estar vivo, o también tener el placer de comerte una rica verga, tener la capacidad de disfrutar los dos placeres por igual. A veces pienso que es como una aberración sexual, o problema psicosexual, pero medito en ello y me doy cuenta que soy privilegiado.
La sexo-adicción también puede traer sus inconvenientes y situaciones adversas, ayer me di cuenta de eso y quiero compartirlo:
Ser ninfómano y acostarse con personas extrañas es placentero pero este expuesto a que te pueda pasar algo malo, pues no sabes quién es la otra persona y que problemas mentales pueda tener, ayer estuve con otro chico que conocí por redes y la experiencia no fue tan buena como pensaba:
Me puse una cita con otro chico moreno, joven, atlético, entramos a la habitación del motel al principio él muy callado, tímido, se quitó su ropa y era delgado, se veía de bajos recursos, pero su cuerpo bien marcado y tonificado. Su verga ya estaba dura y me asustó ver su tamaño, pues era más grande y gruesa que los otros dos chicos morenos con quien estuve anteriormente.
Como siempre se acuestan en la cama a esperar que yo les chupe su polla, y pues así fue, me prendí de inmediato de ese enorme palo, sabia saladito, estaba tan duro y grueso que lo cogía con las dos manos, el chico empezó a empujar para que yo lo tragara todo hasta el fondo de mi garganta, pues eso no me gustaba él quería ...
... forzarme hacerle garganta profunda, pero ese no era mi estilo yo no lo disfrutaba así.
Me di cuenta que el tipo quería ser dominante y yo no era sumiso, a mí me gustaba el sexo lento, suave para poder disfrutarlo bien cada minuto. El seguía forzando a mamar y yo ya no quería, le dije que mejor que me lo metiera, que yo me sentaba encima de él para que entrara suave. Entonces se puso el condón y me unté del lubricante que siempre llevo a mis encuentros y me fui metiendo su polla poco a poco, era delicioso como se sentía tan grande y tan dura, pasó el dolor y entró, empecé a cabalgar encima de él. El empezó a excitarse mucho a cogerme de mis caderas y a meterla duro.
Todo iba bien hasta que me empezó a comer en la posición de pollo asado puso mis piernas sobre sus hombros, pero lo hacía de una manera desesperada, empezó a embestirme con fuerza. Yo aguantaba en esa pose, pero lo malo es cuando me quieren dar en 4, así si me duele mucho. El empezó a decirme que yo era su perra que me violaba, que si le gustaba su verga… y yo le seguía el juego diciendo sí. Entonces llegó la parte que no me gusta, me hizo voltear en 4, yo le dije “despacio por favor”. Pero el con su instinto agresivo no le importó y me hacía muy duro, con fuerza, con rabia... Me imagino que hay gays que les encanta que se los coman así. Pero yo no era de ese tipo.
En ese momento entendí que lo que yo estaba haciendo era algo peligroso. Uno no sabía con quién se acostaba, podría ser un violador, maniático o ...