1. Nunca pensé llegar a ser corneador


    Fecha: 20/04/2025, Categorías: Infidelidad Autor: El sabroseador, Fuente: CuentoRelatos

    ... cuerpo y llenarme de ese olor tan delicioso que emanaba.
    
    Pasadas unas horas y varios tragos la conversación fue subiendo un poco de tono. Ya hablábamos de experiencias sexuales y de fantasías. En algunos momentos me paraba a bailar con la esposa y no perdía oportunidad de acariciarla y mirarla. Mientras bailábamos la miraba a los ojos y acariciaba su cintura. En cada vuelta aprovechaba para rosar esas nalguitas tan deliciosas y en ocasiones llegue a sentir sus tetas muy cerca de mis manos.
    
    Ya entrados en tema le confesé a el que su esposa me gustaba a lo cual solo respondió - Te gustaría coger con ella?
    
    No puedo negar que me desconcertó su pregunta pero obviamente le dije que sí. Que deseaba cogérmela pero que me gustaría que el mirara. Que fuera testigo de cómo me cogía a su esposa. El mencionó que si su esposa estaba de acuerdo, no habría mayor problema.
    
    En la siguiente pieza que bailamos me le acerque al oído y le dije que de verdad me gustaba mucho. Que disculpara el atrevimiento pero que debía saber que la deseaba y que cada momento que pasaba quería más y más hacerla mía. Ella se aparto un poco y me miro fijamente al compas de la canción, así estuvimos unos segundos y le robe un beso. Al principio fue suave y romántico pero se empezó a poner más intenso y termino siendo un faje a media pista. De ahí nos fuimos a la mesa y seguimos tomando. Yo ya la tenía abrazada y discretamente acariciaba sus nalgas o le ponía la mano en las piernas. Su esposo solo era ...
    ... testigo de todo ello. No hubo la necesidad de decir más. Les dije que si querían ir a otro lado, mas privado y el dijo que si su esposa quería el no tenía inconveniente. Ella asintió y pedí la cuenta, se la pasé al esposo y el pagó todo.
    
    Le pedí al esposo que manejara para yo irme con su esposa en la parte de atrás del coche. Le dije que nos llevara a un motel cercano a lo cual el accedió.
    
    Ya rumbo al motel me dispuse a disfrutar de su esposa. La comencé a besar mientras mis manos acariciaban sus piernas e iban levantando esa falta poco a poco, subiendo de manera sutil, con el roce de mis dedos, sin ser invasivo pero si persuasivo. Cuando llegue justo a su entrepierna mi sorpresa fue grande al sentir que no traía ropa interior. Eso hizo que mi verga se pusiera más dura de lo que ya estaba y comencé a deslizar mis dedos surcando el borde de esa vulva deliciosa, sintiendo lo mojada que ya estaba y mi otra mano no dejaba de acariciar esas tetas divinas por el borde de su blusa. De repente ella bajo la bragueta, metió su mano a mi pantalón y saco mi miembro, me miro fijamente y me pidió permiso para chuparlo, diciendo que s esposo solo era nuestro chofer, que ella deseaba poder probar mi verga. Le pedí, le ordené que lo mamara, que se lo acabara por completo y así fue. Durante lo que restaba de camino ella fue dándome una felación de lo más delicioso y al llegar al motel el esposo le dijo al de la entrada: Cuanto por la habitación, solo traigo a mi esposa y su amante.
    
    El del ...