1. Bodas de oro, el primo sexy


    Fecha: 24/04/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Ramitadequ3so, Fuente: CuentoRelatos

    ... arqueaba sobre la cama, comenzaba a sudar, agitar mi respiración y a gemir como una puta, él solo me miraba, y eso más me calentaba, Mientras más excitada, más me escurría, tenía el cubrecama mojado y esa maldita necesidad de querer ser ensartada…
    
    “Ya ven aquí… ven y penétrame estoy muy mojada, requiero de tu pico ya!”
    
    Se acercó como asechando a su presa, comenzó a besar mi muslo a subir con besos y se posó en mi vagina, paso su lengua desde abajo hacia arriba, estrujando cada fluido, siguió subiendo por mi panza jugó un rato en mi ombligo, luego llego a mi pecho y ahí delineaba con su lengua mi pezón… lo mordía, lo besaba, movía sus caderas para encajar con las mías y en un movimiento lento pero intenso entro. Así siguió con sus movimientos de penetración, balanceándose sobre mí, yo me agarraba de sus nalgas mientras gemía en su oído, sus balanceos se volvieron profundos, cortos como pequeñas estocadas, que me hacían gritar… toda mojada y exhausta mi primo comienza a lamer nuevamente mi vagina “cabra chica, puta que estay rica” y se ...
    ... deleitaba chupando mi zorrita, “para, déjame montarte…” como quieras cosita”; me subí pero dándole la espalda, tenía en primera fila mi gran culo viendo cómo se metía en mi cavidad su pico húmedo, subía y bajaba mi trasero y él me daba de nalgadas, comencé hacer movimientos de rose, su pico entraba delicioso, a la vez estimulaba el clítoris con el movimiento, empecé agilizar el movimiento, y entre tiritones expulse mi orgasmo, escurriendo, empapando su verga “ahh ctm se sintió calentito eso cabra chica”, y estaba delicioso Felipe..”. Seguí con mi actuar para que pudiera acabar él y antes que eso pasara me salí rápidamente, me metí su pico en mi boca y comencé a masturbar, a chupar y en un instante lo saque mis movimientos más rápidos de manos hasta que su semen cae en mi cara, con mis dedos lo acerque a mi boca para saborear.
    
    Luego de la mansa cacha con Felipe nos vestimos y nos integramos a la fiesta, nadie nos había echado de menos, nos mirábamos y reíamos, yo pensaba, la mansa cagaita, pero quien no ha querido comerse un primo alguna vez? 
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