Los albañiles de la bodega me desgarraron el culo
Fecha: 26/04/2025,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Alexandra Love, Fuente: CuentoRelatos
... sujetando y rompiendo el culo hasta saciar sus ganas, podía ver como disfrutaban con morbosidad al verme el culo reventado y mi cara bañada en lágrimas pidiéndoles que se detuvieran. Cuando ya solo faltaban dos hombres, comencé a sentir que el dolor se estaba terminando y daba paso al placer, pues cada que sacaban su verga de mi culo, sentía un fuerte deseo de que me la ensartaran de nuevo.
—Ya no es necesario que me sujeten, ya pueden soltarme. Lo estoy disfrutando.
Yo ya estaba muy relajada y tomé más tequila para alcoholizarme, solo me incliné sobre los costales y empiné mi culo para que lo siguieran disfrutando, ya no dolía solo sentía el ir y venir de sus vergas y lo disfruté mucho, me sentí tan plena y cogida por esos albañiles.
Después les pedí que me llevaran al colchón por que no podía mantener el equilibrio, y ya acostada con mi culo y piernas escurridos de sangre les pedí que continuaran y que me siguieran cogiendo que todo estaba bien.
—¿y si nos la cogemos por los dos lados al mismo tiempo? —Les preguntó uno de ellos a los demás.
—Sí güeyes, hay que cogérnosla entre todos —Respondió uno de los albañiles.
—Sí, cójanme a su antojo, quiero que me usen. —Les suplique desbordando de lujuria.
Uno de los albañiles se acostó y me montó sobre el penetrándome por la vagina, yo no tenía fuerza en las piernas y mi cuerpo caía por su propio peso ensartándome por completo la verga de aquel hombre y Samael se puso atrás de mí y me inclino sobre el otro ...
... hombre. Samael me penetro por el culo de forma que comenzaron a cogerme entre los dos vaginal y analmente, tenía dos vergas entrando y saliendo de mí, fuerte y profundamente, me sentía destruida por dentro, cada que me penetraban me estaban matando de dolor y placer, los demás me mordían y lengüeteaban las tetas, me hacían chupetones por todo el cuerpo y me atragantaban con sus vergas. De pronto sentí como disparaban chorros de semen caliente dentro de mí, fue algo que me hizo sentir tan plena, me sentí suya y comencé a llorar de sentimiento femenino, mis piernas se entumecieron y mi abdomen se estremeció, sentí un fuerte orgasmo erizando mi piel y levantándome los pezones, me vine completamente y mis fluidos vaginales mojaron los cuerpos de esos albañiles sucios. Lloraba como escuincla entregándome a esos albañiles que se turnaron para disfrutarme durante horas.
Cuando por fin se cansaron, me dejaron tirada en el colchón, yo estaba tan alcoholizada que todo me daba vueltas. No supe en qué momento me quedé dormida, pero desperté como a las 2:30 de la madrugada. Samael era el único que se había quedado pues le tocaba hacer guardia esa noche en la bodega. Me levanté y fui al baño para limpiarme la sangre del cuerpo con unas toallas húmedas que siempre traigo en mi bolsa. Me peiné y retoqué mi maquillaje tratando de ocultar todos los chupetones, desde las pantorrillas, las piernas, la entrepierna, los senos y hasta el cuello. Todos los albañiles me habían dejado esos recuerdos ...