Los albañiles de la bodega me desgarraron el culo
Fecha: 26/04/2025,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Alexandra Love, Fuente: CuentoRelatos
... sin tocar la tasa, ya saben de aguilita, pero estaba tan cachonda que preferí sentarme y tocar con mis nalgas la tasa sucia de orines, fue algo sucio que me éxito mucho, enseguida fue cuando retiré el plug anal de mi ano y lo limpié con papel y noté que tenía poquita sangre, lo que consideré normal pues me había estado lastimando poquito al caminar, saqué el lubricante anal con anestésico y me lo apliqué, también puse un poco de lubricante en mi vagina era de olor a sandía, estaba en mis días fértiles lubricando mucho y no había tomado anticonceptivos y menos comprado condones, estúpidamente no se me ocurrió. Mi vestido que ya estaba muy corto lo levanté más hasta la mitad de mis nalgas, me quité el brasier y lo puse en mi bolso, retoqué mis labios con labial rojo, me froté mis pezones y los pellizqué un poco para ponerlos duros y se me marcaron como montañitas. Una de las cosas que me gustan de mí son mis pezones rositas, pues me excité mucho sabiendo que mis senos serian lo primero que les mostraría. Desde ahí alcancé a escuchar comentarios entre ellos.
—No mames güey está bien buena.
—Hay que cogérnosla.
—Pues dile tu güey.
—No mames, si le digo se vaya a ir y le llama a la poli güey.
—Yo se la quiero meter por el culo bien duro.
Entonces confirmé que, sucedería lo que yo esperaba, me iban a coger entre todos ellos, pero yo tendría que dar el primer paso.
Sali del baño y me voltearon a ver con mucho morbo, se veía la lujuria en sus caras, al ver mi ...
... vestido descubriendo la mitad de mis nalgas, fui a sentarme de nuevo junto a ellos, sintiendo como mis nalgas tocaron el sucio bulto de cemento, y les pregunté por mi tequila, me lo dieron y lo tomé de un solo trago, para tomar valor.
—¿En qué nos quedamos? ¡Ah, sí! Les iba a mostrar mis senos ¿verdad? —Les dije muy nerviosa, hacia un poco de frio y mis pezones estaban muy alargaditos y duros.
—¡Sí, a verlos!
—Muéstranoslos —Ellos tenían sus caras rojas de lujuria.
Estaba muy nerviosa y las manos me temblaban, sentía mariposas en el estómago, iba a bajar el vestido descubriéndome por completo los senos, me quedaría desnuda de los hombros hasta la cintura.
—¿Carlos, me ayudas por favor a bajar el zíper del vestido de la parte de la espalda? —Se voltearon a ver entre ellos con mucha morbosidad.
—Vengan acérquense para que vean. —Les dije invitándolos a que me vieran desnuda.
Entonces se levantaron y ya estando a mi alrededor comencé a bajar los tirantes del vestido. Lo fui deslizando muy lentamente hacia abajo y ellos se quedaron callados no podían ni hablar de lo que estaban viendo, y yo con mis senos firmes y los pezones duros y alargados por la tremenda excitación que me provocó el quedar expuesta ante aquellos albañiles rudos, seguí bajando el vestido sintiendo como mi piel se erizaba al ir quedando desnuda hasta la cintura. Yo permanecí con el vestido abajo, no tenia intenciones de cubrirme de nuevo, quería que ellos me siguieran disfrutando.
—¿Cuántos ...