Sugar baby (Parte 1)
Fecha: 29/04/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Pachacamac, Fuente: CuentoRelatos
... de irse, se masturbó varias veces cada día rememorando los orgasmos que disfrutó ese día.
Cargada con sus maletas de estudiante, en la estación de tren tomó un taxi para que la llevara a la dirección que le dio Luis. Se encontró frente a un bloque de pisos de lujo en la zona más exclusiva de la ciudad, a apenas 10 minutos de la facultad caminando. Un portero muy atento le ayudó a subir las maletas al piso. Cuando entró no se lo podía creer. Aquel piso era más grande que el piso de sus padres donde vivía la pareja, Lorena y sus dos hermanos pequeños. Decorado con muebles funcionales y modernos, la decoración era totalmente opuesta al gusto recargado y algo kitsch del piso de sus padres. Dio una vuelta de reconocimiento del piso, donde identificó dos amplios dormitorios con cama doble, escritorio y sillón y baño propio, uno equipado con jacuzzi el otro sólo bañera. La sala era enorme, con amplias cristaleras que ofrecían una espectacular vista del parque situado justo frente al bloque de pisos. Como no sabía muy bien en qué habitación instalarse, se puso cómoda (aún era verano y hacía calor, por lo que se puso unos pantaloncitos encima del tanga y una camiseta de tirantes, sin suje) y se puso a mirar una serie en la enorme televisión de la sala, esperando a que Luis llegara.
Cuando oyó que la puerta del piso se abría, se incorporó y corrió a dar la bienvenida a su protector.
- Hola Luis! Me encanta el piso, es increíble! - dijo abrazándolo por el cuello y pegándose a ...
... él.
- Me alegra que te guste. Es práctico y funcional y queda muy cerca de la universidad. Estás preciosa! - dijo Luis separándose un poco de ella para contemplar sus pechos perfectamente moldeados bajo la camiseta y los pezones endurecidos que se marcaban provocativos bajo la tela.
Luis entonces la besó, un cálido, húmedo y apasionado morreo que sin solución de continuidad acabó sobre la cama del dormitorio principal, sus cuerpos entrelazados, desnudándose mutuamente con cierto apremio, ansiosos por volver a compartir su deseo y sus fluidos, a poseerse mutuamente. Aquel fue un polvo intenso aunque breve. Ambos habían pasado la semana deseando reencontrarse y el deseo se desbocó en cuanto sus cuerpos se juntaron.
Cumplido el trámite ineludible de complacer la lujuria que embargaba a ambos, Luis le explicó a Lorena los detalles de su recién estrenado hogar común. La habitación principal era la de él, la otra la de Lorena. “Follar, podemos follar en cualquiera de las dos, jeje, pero creo que es mejor que cada uno tenga la suya. Tu podrás estudiar a solas y yo trabajar sin molestarnos. Como te dije, en general los fines de semana no estaré. No voy a controlar con quien sales y qué relaciones tienes, pero prefiero que no traigas a nadie a este piso.”
Las siguientes semanas Lorena se acostumbró a su nueva vida. De día Luis estaba fuera del piso trabajando, ella acudía a la universidad o estaba en el piso estudiando. Al anochecer coincidían en el piso, pedían algo de ...