Recuerdos de hermanos (III): Un ambiente bohemio
Fecha: 04/05/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Incesty, Fuente: CuentoRelatos
... las bolitas hermosas alrededor del talle del pezón?
- Jajaja, ¡Ay hermanito!, hasta se me hace que nuestros gustos por el incesto son de mera herencia familiar
- ¿Por qué lo dices?
- Porque una vez vi a mamá masturbándose con una foto donde están los tíos más jovencitos.
- ¿Cómo sabes que se estaba masturbando?
- Ay, si serás inocente hermanito, pues por los gemidos, o acaso no me has escuchado cuando me masturbas con tus dedos.
- ¡Somos insaciables!, ¿verdad, hermana? ¿Qué te parece si estrenamos la cama?
Nos quitamos la ropa con desesperación, nos habíamos puesto tan calientes de repente, platicando esas pequeñas cosas que no nos dimos cuenta que estaban regando las plantas Frida junto con Karla, pero no nos importaba que nos estuvieran escuchando las gemelas de la servidumbre. Nos revolcamos literalmente por toda la cama mientras dejábamos nuestras ropas regadas por el piso de la recámara, nos besábamos con ansías y Francisco tenía la verga a todo lo que daba cuando la ensartó en mi vagina ya toda mojada. Creo que no nos medimos con nuestros gemidos, solo esperaba que no hubieran podido escucharnos allá por el jardín o que pudieran vernos por el ventanal de la recámara que daba de lleno al jardín. Pero en ese momento nada nos importaba más que seguir cogiendo.
- ¡Me calentó lo que dijiste de mamá y de la tía Luzma!
- Yo también estaba bien caliente después del beso que me dio mi tío y de todo lo que platicamos.
- ¿Quieres qué te de un ...
... masajito en la noche?
- ¿De esos que me pasas la verga por todo el culo, y me la metes bien rico?
- De esos meros, hermanita.
- Pues me dices para lavarme bien el culo antes del masaje.
- ¡No sabes cómo se me antoja tu culo, hermanita!
- Y a mí tu verga dentro, hermanito, echándome todo tu esperma dentro de mis intestinos.
Luego de una cogida rápida en la que su semen llenó toda mi vagina, nos recompusimos y nos dimos un baño rápido en la regadera, pues ya nos hablaba la tía Luzma para la hora de la comida. Eso fue lo que nos gritó Frida desde la puerta de entrada a nuestro cuarto. Cuando por fin entramos a la casa, tanto Frida como su hermana Karla nos sonrieron maliciosamente. ¡Vaya no puedo creer que mi hermano y yo podamos ser tan escandalosos teniendo sexo! ¿O tal vez sería porque nos metimos juntos a bañar y salimos con el cabello húmedo? ¡Sí casi siempre nos bañamos juntos! Pero lo más increíble es que yo continuaba caliente a más no poder, ¡Qué cosas!, ¿Sería el medio ambiente de la casa? ¿Sería por las caricias y el beso en la boca que me dio el tío Carlos?, no lo sabía realmente, pero el caso es que yo continuaba bien caliente.
Pasaron algunos días sin que hubiera alguna otra novedad, excepto que mi madre hablaba con mi tía Luz Marina y con el tío Carlos para saber de nosotros, aunque también nosotros nos comunicábamos con ella, pero de seguro, ha de haber hablado para saber cómo nos estábamos comportando. Ni mi tía ni el tío comentaron nada acerca de ...