Reencuentro con mi madrastra Viviana
Fecha: 06/05/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: sasukeh, Fuente: CuentoRelatos
... mesón, con sus enormes tetas que por poco se salían de esa blusa y brasier blancos, inmediatamente me baje el pantalón con todo y bóxer, dejando al descubierto mi miembro erecto listo para entrar en lo más profundo de mi madrastra Viviana, luego de dos años de espera. Le bajé el cachetero e introduje de un solo golpe mi pene en mi madrastra, fue una sensación increíble, casi sentía que me iba a correr ahí mismo, fue como volver a recordar esa primera vez que estuve dentro de ella.
Agarré fuertemente con mis manos sus caderas y empecé a envestirla lento pero fuerte, sus nalgas contra mi cuerpo sonaban de una manera tan lujuriosa, que me excitaba cada vez que entraba y salía mi miembro de su chochita. Luego empecé a aumentar la velocidad a la vez que sus gemidos empezaban a subir de volumen:
V: ¡Ahh… hijo… extrañaba tu pene… Ahh! (la nalgueé), tus nalgadas, que me cogieras, así como me lo merezco, duro, si! ¡Hijo dame más!
La tomé del pelo y empecé a darle más y más duro, ella gemía como una puta mientras me pedía mas y más, hasta que llego a su clímax retorciéndose de placer, yo estaba a punto ...
... de venirme así que le dije:
J: Vivi déjame venirme en esas hermosas tetas, quiero dejarte las llenas de semen junto con esa carita angelical.
Viviana se puse frente a mí, me beso apasionadamente mientras me masturbaba un poco con su mano. Luego se arrodilló y puso mi pene en medio de sus enormes tetas, la sensación de su suave piel rozando con mi miembro hizo que explotara de placer, eyaculando sobre sus tetas. Como mi madrastra sabe que amo sus tetas, empezó a masajeárselas, esparciendo el semen sobre toda su piel, mientras con su boca limpiaba mi pene.
En ese momento mi celular timbró y era mi tío, para preguntar si ya casi estaba el almuerzo que ya iban de camino a la casa, así que nos vestimos, nos dimos un beso y Viviana salió para el baño a limpiarse.
Debo decir que ese ha sido uno de los momentos más eróticos de mi vida, un reencuentro con mi madrastra que definitivamente valió la pena. Aun me quedaban algunos días más, así que lo único que ocupaba mi mente era buscar excusas para quedarme a solas con Viviana en los próximos días, para desquitarnos por esos dos años sin estar juntos.