Fany, la cornuda (capítulo 2)
Fecha: 10/05/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Homelander, Fuente: CuentoRelatos
... chico “encima”.
—Eliza… ¿Te la chupó mucho? — preguntó nerviosa.
—¡Sí! — dijo él, ella le pasaba la lengua a todo lo largo y él la miraba sonriendo — Un chingo, como 20 minutos, una mamadota la verdad — dijo sin pensarlo, no estaba seguro de que pasaba, caminaba un territorio minado y tomaba mas confianza con cada paso.
—¿Te gustó? ¿Tú se lo pediste? — preguntó nerviosa, le tomaba gusto a la deliciosa tortura.
—Me encantó, la chupa demasiado bien… se la tragaba toda.
Dijo él lanzándole una pista, ella lo comprendió y por fin dejó de pasarle la lengua por fuera y se metió de una buena vez esa verga a la boca, él se retorcía, la miraba y le acariciaba la cabeza.
—¿Se manosearon rico? — preguntaba Julián mirando fijamente a Eliza.
—Sí — dijo ella nerviosa, se miraban fijamente, ojos bien abiertos, era difícil enfocarse — Hasta me metió las manos debajo de la falda y me sostenía el trasero con las 2 manos — remató buscando reacción, sin saber que esperar realmente, todo era demasiado confuso.
El joven sentía la daga clavarse más en su pecho y que la verga le iba explotar, le comenzó a quitar desesperadamente la blusa a la chica y ella lo permitía, la tiró al suelo, tetas al aire como dios manda sin que nada estorbara y ella le arrancaba la camisa a él, se desesperaban, él salía de ella y se ponían de pie, se terminaban de desnudar mirándose y sonriendo emocionados, nunca habían estado completamente desnudos en el cuarto de él, demasiado peligroso, bueno, ...
... eso pensaban ellos.
Él la puso violentamente en cuatro patas, siempre medio cuerpo sobre la cama, rodillas en la alfombra y culo hacia él. Julián no se cansaba de la vista del hermoso culo de ella así, ningún hombre heterosexual se hartaría, el lindo, pequeño y redondo trasero de Eliza era un espectáculo en esa posición. Le separó una nalga desesperado y le metió la verga de golpe, se acostó sobre su espalda acercando su boca a su oído y lamia la oreja superficialmente, mientras movía delicadamente las caderas penetrándola.
—Nos estábamos besuqueando en mi sillón de la sala — decía ella, él le besaba el cuello — Nos manoseamos todo… TODO — remarcó lujuriosamente ella.
—¿Se la viste? — preguntó nervioso y le metió la verga de golpe dándole su recompensa anticipada a la chica.
—¡Sí! — expresó apenas inteligiblemente entre sus gemidos — Y le ofrecí una mamada — remató con crueldad.
—¿Tú se lo dijiste?... Puta.
Dijo él emocionado, ambos sintieron un delicioso escalofrío, siempre es un salto de fe decirle “puta” a tu chica por primera vez, esa fue la primera de ellos.
—Sí yo le dije, tiene una vergota, se la mamé toda — dijo ella ya con los ojos cerrados, más allá de la razón, aunque hubiera querido, no hubiera podido cerrar su boca.
Julián recordaba a Mario desnudo en los vestidores, pensaba con furia y cachondez mezclada, lo grande que se veía ese falo… Ella decía la verdad. Le dio la vuelta desesperado, ella cooperó, acostada sobre la cama, levantando las ...