Fany, la cornuda (capítulo 2)
Fecha: 10/05/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Homelander, Fuente: CuentoRelatos
... idiota.
“Ok, te merecías esa patada, sabes que te la merecías” pensaba Mario, viendo el balón para no ver a Julián.
Él ni siquiera amagó en ir por el balón, Julián notó que estaba distraído viendo el balón y pateó tan fuerte como pudo la pelota de duro cuero, justo a la linda cara de Mario. Un sonido seco y fuerte, una fuerte exclamación de las gradas y la cabeza de Mario se sacudía fuertemente, Eliza agachaba la mirada avergonzada, Fany miraba todo atentamente, mientras el preparatoriano trastabillaba con su propio pie y caía de nalgas al suelo de cemento. Alzó la cara furioso, Julián lo miraba fijamente con una mueca macabra que casi parecía una sonrisa, mientras corría de espaldas lejos de él. Todo mientras los 2 equipos corrían al centro de nuevo entre empujones y reclamos, pero Mario se levantaba y como buen mártir alzaba los brazos para calmar a todos, usando todas sus fuerzas para no sobarse el rostro, aunque lo llevaba claramente colorado y el cuarentón rápidamente sacaba una tarjeta amarilla a Julián, cosa que terminó de calmar los ánimos.
—A la siguiente te vas, no creas que no vi la patada de antes — le dijo el cuarentón del silbato en voz baja a Julián, quién solo asintió seriamente con la cara al piso.
Eliza y Fany en silencio, sintiéndose basura por haber causado un literal “lío de faldas”, pero también ambas pensando que sería bueno, que saquen el veneno, nada mejor para curar el ego herido de un hombre que unos cuantos buenos golpes. El partido se ...
... reanudaba, varios encontronazos aquí y allá, una vez que se enciende la mecha, la dinamita va explotando de a poco, así es el fútbol.
El entrenador anunciaba los últimos 5 minutos, no quería terminar con una pelea campal, las chicas respiraban, Mario cuidaba con la mirada a Julián. Tiro de esquina.
Rafael proyectaba el balón al centro del área chica, Julián saltaba y conectaba con la cabeza hasta el otro poste del arquero, quien solo pudo ver el balón entrando, el equipo festejaba, mientras Julián tomaba el balón y corría al centro del campo para el saque inicial de nuevo, pero el cuarentón del silbato lo detenía, le quitaba el balón y pitaba dictaminando el final del partido, empate a 1.
Las gradas aplaudían, algunos comentaban lo emocionante que había sido, más que la final del semestre pasado, ni Mario ni Julián se acercaron a las gradas, solo fueron directo a las regaderas. El cornudo entró primero, echó la vista a los lockers e identificaba el ridículo póster de un videojuego que tenía Mario colgado en su locker.
—Que nadie entre.
Le decía Julián rápidamente a Rafael, ¿Ese patético bufón que todo bully tiene? Ese.
Corrió al casillero de Mario sin tener una idea muy clara de lo que iba a hacer, un grueso candado resguardaba la puertita, torció la boca decepcionado, pero algo se le ocurriría.
—¿Por qué? Quítate, tengo una cita en 2 horas — le reclamaba Esteban a Rafael en la puerta de los vestidores, detrás Mario mirando todo.
—No pueden entrar, no ...