Recién divorciada
Fecha: 14/05/2025,
Categorías:
Bisexuales
Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos
... "¡Mmmm!"
Gemí alrededor de los dedos en mi boca. Ha pasado tiempo desde que alguien lamió mi clítoris así, ¡se sentía increíble!
El hombre sacó los dedos de mi boca y miré hacia abajo, atónita al ver a Sandra entre mis piernas y lamiendo mi vagina, sus ojos mirándome.
Yo: "Ahh chingaa". Gemí
¡nunca antes alguien me había lamido tan bien!, definitivamente nunca miré a Sandra de esta manera, pero, ¡su lengua se sentía fantástica!
Sandra: "Mmmm". gimió entre mis piernas
Simplemente me senté y disfruté la sensación de la lengua de mi amiga rozando mi clítoris mientras sus manos agarraban mis muslos.
Mis ojos se cerraron, disfrutando del lengüeteo cuando sentí que alguien tomaba mi mano y la bajaba. Antes de que tuviera tiempo de darme cuenta de lo que estaba pasando, sentí una verga. Instintivamente envolví mi mano alrededor. ¡No podía creer lo gruesa que era!
Miré hacia abajo y vi al hombre a mi lado sonriendo, mirando su verga, Inmediatamente comencé a masturbarle, de arriba abajo, disfrutando de tener una herramienta tan gruesa en mi mano.
De repente, el hombre que Sandra había estado chupando se movió a mi lado e instintivamente agarré su verga y comencé a masturbarle también.
No estoy segura de cómo sucedió todo esto tan rápido, pero allí me senté. Mis piernas se abrieron de par en par mientras Sandra lamía mi clítoris y con una verga en cada mano.
Yo: "¡Madrees!"
¡Gemí más fuerte de lo que pretendía mientras me acercaba más y más al ...
... éxtasis!
Hombre 2: "¡Deja de mamarla, puta!".
Yo: "¡No!" Grité, desesperada por chorrearme.
Hombre 2: "¡Tienes que ganártelo puta!"
Al darme cuenta de mi situación, copié a Sandra
Yo: "Sí, señor".
Hombre 2: "Bien, putita".
Sandra se levantó de la mesa y el hombre a mi derecha se movió para dejarle espacio. Sin decir una palabra, me agarró la cabeza y me metió la lengua en la boca. Sin pensar, comencé a deslizar la mía en su boca y de repente me estaba besando con mi amiga mientras todavía masturbaba una gruesa verga.
Hombre 2: "¡Es tu hora de tu verga, zorra!"
Rompí el beso de Sandra y ella solo me miraba y sonreía.
Sandra: "No puedo esperar a que me comas la chocha más tarde".
Antes de que pudiera responder, el hombre a mi lado ordenó.
Hombre 2: "¡Ven y siéntate aquí, perra!"
Girando mi mirada, supe que quería que me sentara en su verga. Pero estábamos en un antro lleno de gente, no podía ser tan público con esto. ¿O sí?
Yo: "¿Podemos ir a algún lugar más privado?"
Hombre2: “¡Pinche puta, pero haz lo que te digo!" me ordenó.
¡Cualquier voluntad de discutir se había ido porque estaba desesperada, estaba tan cerca de correrme dos veces, pero no terminé!
Yo: "Sí, señor."
Poniéndome de pie, me las arreglé para montarme encima de él, con una pierna a cada lado mientras alcanzaba y agarraba su gorda verga, un poco asustada de cómo su verga encajaría dentro de mi vagina.
Pero iba a hacer lo mejor que podía, alineé la verga con mi ...