-
Reencuentro con una vieja amiga
Fecha: 20/05/2025, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos
... pene entraba despacio en el culo de su amiga. Al sentir la polla en su ano arreció sus maniobras con la lengua arrancándole orgasmo a su amiga tras orgasmo hasta el momento en que me corrí en su culito. Me fui a lavar que es lo propio tras el sexo anal por muy limpio que esté el agujero en el que has metido la polla. Al volver me las encuentro en un fantástico sesenta y nueve que aunque ya no consiguió reanimar mi herramienta sí que me brindó un espectáculo maravilloso. Sonia se quedó a dormir y repetimos juegos por la mañana. Sonia. Los encontré en un bonito pub, me aburría soberanamente con las amigas con las que estaba, un verdadero peñazo. Hacía tiempo que no veía a Sara y agarré la oportunidad por los pelos. Nos pusimos a charlar poniéndonos al día. Así aproveché para dar esquinazo a las chicas con las que estaba. Poder contemplar a Juan su marido, tan guapo y apuesto como siempre, con esos vaqueros que le marcan su culo firme y jugoso, aunque Sara con el escotazo palabra de honor que llevaba no se quedaba muy atrás. Sus tetas grandes y bonitas siempre fueron objeto de mi envidia ya que la naturaleza no me ha dotado ahí con gran cosa. Mis tetas son pequeñas y muy duras. Nos fuimos a otro bar y de allí a otro y el alcohol en sangre subía con cierta rapidez. Estábamos cerca de sus casa y me propusieron tomar la última allí aunque mejor nos vendría a los tres un café. Sentados en el sofá, relajadas y disfrutando de una copa y de música suave veo ...
... asombrada cómo como Juan sin cortarse por mi presencia le daba a su mujer un masaje en los doloridos píes. - Yo también quiero. Los míos necesitaban de un tratamiento parecido después de pasar la noche bailando, sin ningún pudor los puse sobre sus muslos reclamando sus caricias. Sara nos puso aceite de masaje en las piernas a las dos pringado sus vaqueros. Juan no se cortó en absoluto y mientras su vista se deslizaba por mis muslos arriba. Mi falda recogida al sentarme los descubría, junto mis pies a los de sus esposa y los masajeaba juntos. Nuestros muslos desnudos se frotaban de una forma muy agradable y me sentía francamente bien y relajada junto a mis amigos. Ella se levantó por un frasco de aceite de masaje y nos embadurnó a ambas subiendo por mis pantorrillas. Los cuatro pies se frotaban de forma muy sensual y las manos de Juan los recorrían de forma sabia arrancándome verdaderos suspiros de placer. No me parecía justo que nosotras recibiéramos tran grato tratamiento y propuse que se lo diéramos a él entre las dos. El pantalón nos estorbaba y ella dijo que se lo sacará. El contestó: - ¿Por que no me los quitáis vosotras? Cada una tiramos de una pernera hasta sacárselos del todo. Ahí pude ver, asombrada, durante un segundo ese culo que admiraba pues el chico solo llevaba un minúsculo tanga azul que marcaba lo que parecía ser un respetable paquete. Sara se sentó sobre sus muslos de frente para besarlo como desesperada y yo a su lado los veía darse lengua y ...