La chica de los relatos aparece en tu casa
Fecha: 22/05/2025,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Martina Paz, Fuente: CuentoRelatos
... dibujando círculos con mi conchita. Acompañas mi ritmo mientras con una mano me agarras de la cintura y con la otra me apretas una teta. Me muevo cada vez más rápido. Se me hace imposible no gritar como una puta. Te golpeo el pecho con mis manos. ¿Te gusta que me mueva así? ¿Te gusta que sea tu puta? ¿Querés cogerme todos los días? Tus respuestas son vagas, pero me calientan cada vez más. Por eso acelero el ritmo. Las suaves sacudidas del principio, se convierten en golpes certeros sobre tu pija. Voy a acabar. “Aguanta puta”, me decís, lo que hace que me vuelva más loca. Empiezo a masajearme con intensidad el clítoris. Me estás dando la mejor cogida de mi vida.
Acabo por tercera vez en la noche, en el preciso instante en el que tu pija estalla adentro mío. Me desplomo sobre tu cuerpo. La mezcla de nuestros fluidos se siente algo mágico. Respiramos agitados, cansados, destruidos. A pesar de eso, no quiero que pierdas la erección, por lo que me arrodillo en la cama y te la vuelvo a chupar. El sabor de tu leche y de la mía es un manjar servido por los mismos dioses. Tu sabor y el mío explotan en mi boca encendiendo aún más mis ganas de seguir siendo tuya. Te tomo de la mano para que te levantes y me cojas. Hago el amague para sacarme la tanguita, pero me decís que no, que mejor me la deje. Me pongo en cuatro sobre la cama, me corres la tanguita y me das una embestida que me hace ver lucecitas de colores en todo a mi alrededor. No puedo evitar guardar mis gritos e insultos. ...
... “Si mi amor, dame. Cógeme fuerte. Lléname toda de lechita, por favor”. Eso te enciende aún más, haciendo de tus arremetidas algo totalmente placentero y fuera de control.
Siento como tus dedos comienzan a jugar con mi culito. Los frotas por encima, pero no hay nada de resistencia. Mi culito se abre dejándolos pasar. “Cada vez que escribo termino imaginando lo hermoso que debe ser sentir tu pija en mi culo”, te digo, agitada, con el poco de voz que puedo soltar. ¿Querés que te rompa el culo, Martina?”, me preguntas. Sí, por favor. Rómpeme toda.
Tu pija salió de mi conchita y empezó a jugar con la entrada de mi culito. “dale, metemela, por favor”, te suplico. Siento como de a poco metes la puntita, y las lucecitas de colores que veía antes se convierten en millones de estrellas haciendo implosión. Comienza a entrar la puntita, luego la cabeza entera. Te moves despacito, me preguntas si me duele. Te digo que sí, pero que no pares. La metes cada vez más y no puedo evitar no moverme. Está toda adentro. Nunca una pija tan grande y hermosa como la tuya entró en mi colita. Te pido que me cojas, que te muevas cada vez más rápido. “Pegame”, te pido. Comenzás con chirlos suaves, pero a medida que aceleras la penetración, los golpes se vuelven más duros y seguidos. Me arden las nalgas, las siento rojas, pero no te detenes. Ni de pegarme ni de cogerme. Acabo por cuarta vez en la noche. Llevas tu mano hacia mi concha, recoges los jugos que salen a borbotones y con ellos te mojas toda ...