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Rebeca y su hijastro (P. 2): La chica tímida de la tienda
Fecha: 24/05/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos
... hasta el fondo en cada penetración. Merche apenas tardó en comenzar a jadear y al momento esos gemidos se convertían en sonidos guturales que parecían rebuznos. Dani escupió en el culo y comenzó a pasar el dedo sobre la saliva, le estaba poniendo muy salido ese culito redondo y pequeño y ya ardía en deseos de follarlo, pero esperaría a que Merche estuviera muy cachonda y se corriera de nuevo. Merche ya estaba muy excitada de nuevo y comenzó a gritar entre jadeos. -Ahhh, Ahhh!! Siii!! Ahhhg!! Más fuerte!! Ahhhg!! Su cuerpo empezó a convulsionar mientras sentía como se mojaba su coño de nuevo. Dani saco la polla empapada otra vez y puso el capullo contra el culo que había dilatado con el dedo, el capullo entro de inmediato y comenzó a empujar. -Aggfgfg!! Merche emitió otro grito entre placer y dolor al sentir como le abría el culo. Sus piernas se estiraron a la vez que se tensaban. Sintió como entraba esa enorme polla entera en su culo, como se apretaba contra la carne casi ...
... rasgandola. Antes de que pudiera pensar lo que le estaba ocurriendo sintió como salía casi entera y volvía a entrar, y otra vez, y otra -Ahhhg! Ahhhg!! Ahhhng!! Sus gritos se fueron convirtiendo en rebuznos de nuevo y su cuerpo volvió a convulsionar en fuertes espasmos. Dani le había agarrado fuertemente de las caderas y tiraba de ellas a la vez que embestía. -Diosss, que culo más rico tienes!! Gritaba mientras la embestía cada vez con más fuerza. Merche sintió que se meaba y le gritó que parara, pero Dani ya estaba corriéndose y no lo hizo, si no que la embistió hasta sentir como su polla le llenaba el culo de leche. Cuando paró todavía temblaba el cuerpo de Merche. -Joder, me he meado diosss!! -No te preocupes, eso es que te lo has pasado bien! Merche se quedó en la misma posición con fuertes temblores mientras observaba el charco que había en el suelo bajo sus piernas. -Nunca me había pasado esto! Fue lo último que se oyó en el denso silencio que se había hecho en la tienda.