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¿Ya está a gusto? ¡Ya me desvirgó!
Fecha: 26/05/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... corto cachetero, que en las dos cervezas que me tomé con unos aperitivos, pasé con la verga parada a reventar a pesar de que Diana me tenía servido, pues aprovechando esa libertad lejos de su esposo, regularmente cogíamos tres veces por las mañanas. Ese día me presenté con ella y la invité a salir, algo que obviamente ella se negó diciendo: - ¡Disculpe… no salgo con desconocidos! – Ese día supe su nombre completo y la mesera que me atendía, con la promesa de una buena propina me proveyó los detalles para encontrarla por FB. FB fue mi enlace directo con Pao, pues ella aceptó mi petición de amistad semanas después sin recordar que era el mismo que la había invitado a salir. Regularmente le enviaba saludos sin recibir respuesta alguna y pensé que le incomodaba el hecho que le hacía saber todo el tiempo lo hermosa que era. Un día le envié un ramo de rosas al restaurante con una nota que llevaba mi nombre y una frase que decía: Tu amigo de FB, tu más ferviente admirador. – Esa noche recibí una nota dándome las gracias y ese día me cuestionó si yo era el mismo que semanas antes la había invitado a salir en el restaurante. Desde ese día nos volvimos más cercanos y comenzamos a chatear de vez en cuando. Creo que se sintió confortable al saber que no vivía en Cali y que estaba a millas de distancia. Es como supe que acababa de cumplir 18 años y me aclaraba que no miraba inconveniente en tener un amigo de 46 años, pues era la edad que tenía, aunque según el recuerdo de Pao y como ...
... me miraba en la foto de perfil de FB, ella pensó que era más joven. Pasamos con esa comunicación por varios meses y siempre le decía que el día que decidiera salir conmigo, yo iría hasta Cali sin pensarlo. Un día mi insinuación fue más directa en una plática y ese día ella me dijo lo siguiente: - Si lo que usted busca es sexo, en el club que está en frente del restaurante, ahí usted se puede conseguir a alguna chica hermosa por algunos cuantos dólares. No parecía molesta con mi insistencia y a donde quería llevar todo esto y más bien parecía más suelta y como que le encantaba sentirse deseada. Me dedicaba varias horas a la semana y desarrollamos tanta confianza que un día hasta me le ofrecí como su “sugar daddy”. Por esos días lo único que aceptó y que miré como que estaba accediendo fue que le envíe $100.00 dólares para pagar los datos de su celular, pues creo su servicio era limitado y también intuia que esa acción ratificaba que lo que le ofrecía realmente era serio. Un día ella me preguntó: - En un caso hipotético… ¿Usted se molestaría si yo tuviese un novio y usted fuera mi “sugar daddy”? - No me lo tienes que decir… no tendría que saberlo. Solo iría a verte unos cinco días al mes y en todo caso, eres tú la que te verías con la situación de que tu novio no se entere de mí. - ¿No eres celoso? - Pao… lo tengo claro. Tú eres una chica joven que tiene que vivir y yo alguien a quien le gustas y estoy dispuesto a hacer algunas cosas para tenerte, aunque sea una ...