Remembranza
Fecha: 28/05/2025,
Categorías:
Transexuales
Autor: Tiempo atras, Fuente: CuentoRelatos
Muchas lunas atrás el grupo con el que pasaba más tiempo fuera del trabajo era realmente fiestero. Usualmente cuando nos encontrábamos era hasta la salida del sol. En alguna oportunidad paramos a echar gasolina cuando volteo y veo una criatura sorprendente. Era una belleza minúscula. Yo no soy muy alto, pero ella llegaba a mi pecho a lo más. A pesar de ser bajita despedía una sensualidad que te pegaba en todos los sentidos a 5 metros de distancia, lo que le daba un aura fabulosa. Cuando se acercó pude sentir su aroma fuertemente, no usaba perfume, y si usaba perfume, no lo note. La delicada mujercita despedía un aroma de limpieza y hormonas. La sensación que producía era fascinante. Te hacía sentir como cuando llegas de la escuela y encuentras que tu madre te cocino lo que más te gusta. Limpieza y hierbas aromáticas.
Al acercarse también note que tenía caderas pronunciadas y muy bien formadas. Pechos turgentes, con los pezones erectos. Bueno, las noches son frescas. Tenía una voz baja, como ella misma, pero su voz producía un sonido musical. Su voz era el calmante para su presencia. Nos preguntó en que dirección íbamos. El área no parecía ser muy tranquila. Le explique hacia donde íbamos y que dirección tomaríamos. Ella me pidió el favor de que la acercáramos a su casa. Por supuesto ofrecí llevarla hasta la puerta de su casa. Después de todo, estábamos solo cruzando. Cuando subió al coche note que su trasero era perfecto, una perfecta semicircunferencia, pero los glúteos ...
... estaban separados. Glúteos aparte significa que son musculo, no gordura.
Empezamos a charlar en el auto, ella y yo subimos atrás y los amigos, uno manejaba y el otro le hacía conversación, no nos prestaban atención. Yo estaba congelado de la impresión. Soy algo tímido, pero cuando salimos de tragos y fiesta me suelto un poco. Ella noto mi nerviosismo y me susurro al oído: este muy nervioso, déjame que te ayude a bajar tu presión. Y entonces puso su mano en mi pierna, acariciándola bajo la ropa. Yo estaba tan hipnotizado con su voz y su elegante maneras que no note cuando me bajo el cierre del pantalón, hasta que metió su mano y empezó a acariciarme el pene sobre la ropa interior. Casi termino allí mismo. Pero ella paro el movimiento y me pidió que desabrochara mi pantalón, así lo hice. Ella se puso delante mío y con suavidad y destreza me bajo la ropa interior, dejando a la vista mi erección que ya empezaba a doler. Era mucho más joven, una época en que podía tener sexo varias veces al día, pero las oportunidades no se presentaban todos los días. Ella se bajó el pantalón para que la acariciara así que empecé a acariciar sus nalgas y su anito. Una vez cómoda se metió mi miembro en la boca. Me gustaría contarles que se sentó encima, y experimento el placer más grande. Pero sería mentira. Expertamente me chupo y lamio y me hizo terminar muy rápido.
Ella se frustro porque esperaba más, pero con los tragos que tenía tomados no podría tener una nueva erección inmediatamente. ...