Los cambios de Rocío
Fecha: 20/06/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Entacones, Fuente: CuentoRelatos
Viernes 10:10 pm.
Frente al espejo de su mueble tocador se terminaba de maquillar, un último toque de glose a sus labios y un retoque de rubor, unas últimas pasadas de rímel en sus largas pestañas y unas pasadas del peine por su cabello negro ondulado hasta los hombros, tan negro como la noche que aguardaba y prometía, tan negro como aquel día y su corazón se volvió a estremecer, a sentir dolor y se dio cuenta que ya no era dolor si no solo el recuerdo de ese dolor y los recuerdos y malos pensamientos hay que espantarlos como si fueran moscas en cuanto las oímos zumbar.
Respiro profundo, se incorporó y camino hacia el otro lado de su habitación, el ruido de sus sandalias también negras con 10 centímetros de tacón con cintillas que se cruzaban en su empeine y terminaban alrededor de su tobillo, una cadenita plateada colgaba del broche, sus pasos sonaban al compás de un metrónomo de sensualidad. Llegó y se observó en el espejo de cuerpo completo que estaba al lado del clóset y la imagen que este le devolvió le fascinó, un portento de mujer, caderas anchas, piernas largas y torneadas y un culazo que se contoneaba provocadoramente natural al caminar, vestía una blusa blanca sin mangas con un listón que nacía del escote y se anudaba atrás de su cuello y dejaba su espalda medio desnuda, no se había puesto sujetador pues la blusa tenía unas almohadillas para sustituirlos y así evitar que se transparentaran los pezones, su período estaba por llegar y eso se notaba en sus senos ...
... que se ponían más duros y hasta parecía que más grandes, se pasó ambas manos por ellos y un cosquilleo en su bajo vientre le dio cuenta de lo excitada que estaba, un pantalón negro de mezclilla súper entallado que se adhería a sus largas piernas y remataban en un culo espectacular ayudado por los tacones y sus anchas caderas, con el completaba su atuendo.
La noche prometía, era su primer cita en dos años, desde que se separó, sabía a lo que iba, ni para qué engañarse, Álvaro su jefe, le había invitado a cenar con motivo de celebrar que logró vender el departamento de casi 2 millones a ese chaval hijo de un matrimonio de empresarios dueño de una famosa cadena de restaurantes de San Luis pues este se quería mudar cuanto antes a vivir con su pareja, otro chaval que cursaba la misma universidad que él y ambos estaban por terminar sus carreras y quería que cuando la bomba estallase, cuando sus papas se enteraran que era gay él ya tuviera a dónde ir a vivir su vida.
Álvaro, un hombre viudo con 2 hijos ya mayores y abuelo por parte de uno de ellos se había dedicado de lleno a los bienes raíces, era casi 10 años mayor que ella, pero era un hombre muy atractivo, quizá fue el parecido de Rocío con su difunta esposa lo que lo hizo que se obsesionará se podría decir que enfermizamente con ella.
Desde que entró a trabajar a la inmobiliaria no dejó ni un día de alagarla, de decirle lo bien que olía su cabello o su perfume o lo bien que se veía con tacones, este era según parecía ...