Mi Niñera. - Relatos Eróticos

Mi Niñera.

Mis padres nunca me creyeron el mas responsable, apesar de que tenia todas las cualidades de encargarme de todo. Por eso, contrataron a una niñera para que cuide de mi hermano menor y de paso, a mí. Tenia 16 en ese momento, ella tendría 18. Rubia, pelo lacio, bella cara con una buena sonrisa. Delgada con curvas, trasero redondo y unas tetas similares a duraznos, se llamaba Sol. Me pareció sumamente atractiva pero no quería que me cuidará. Estaba en esa edad en la que no quería ser mandado, sino dar las órdenes. La odié desde ese momento pero a los 4 dias cuando se disponía a irse me abrazó y allí sentí algo... sus pechos. Blandos y calidos, no llevaba sostén.

Sol: U-uy, lo siento, no llevo sostén hoy

Yo: No pasa nada, de hecho me gustó la sensación jeje

Sol: ajaj bueno, es que estoy más cómoda sin sostén

Yo: Ya ya, igual no incómoda nada

Después le abrí la puerta para que se vaya. Ahí empecé a idear algo, el querer acercarme más a su cuerpo. No quise ser muy directo, ni tampoco muy discreto, asique me puse manos a la obra. Al principio le inicié conversación sobre música, teníamos gustos similares, después saltamos a las películas, llegando al punto de que me invitara a verlas cuando mi hermano dormía. Y posteriormente ya nos hablabamos por Whatsapp. Esperé con paciencia, no quería una relación amorosa con Sol, pero si quería tener sexo con sus suaves nalgas. Un día se dió una situacion particular. Estaba dormido desnudo de cintura para abajo (me gustaba ...

... dormir así), y Sol entra a mi habitación, estaba mal tapado asique vió todo. Me desperté al instante al escuchar la puerta pero me hice el dormido para ver que hacía. Se quedó inmóvil, no escuché pasos, pero siento claramente como toca el glande de mi pene. Instintivamente este empezó a erectarse. Tenia una oreja tapada por mi almohada, pero por la otra logré escuchar claramente

—Sol: Vaya... Es mas grande de lo que me hubiera imaginado, está bien dotado.

Imagino que sus impulsos no la dejaron tranquila, pero ella por el morbo que tenía encima agarró mi miembro y me empezó a masturbar. Fingí todavía estar dormido, aunque no podía controlar que estaba muy estimulado. Escupió en mi verga después como si fuera una especie de lubricante, y finalmente llegué a mí clímax. Escuché después:

—Sol: Fuck, me manchó. Aunque no estuvo para nada mal...

Después se fue y cerró la puerta. Me levante finalmente, esperé poco mas de 10 minutos, me puse un short y fui saludarla. Después le hice notar que tenía una mancha enorme en su camisa

—Yo: Ehh, Sol, te manchaste ahí

—Sol: Ahh sisi, es que.. tu hermano me tiró un poco de yogurt encima.

No quería admitir lo que hizo, aunque sabía perfectamente lo que habia hecho.

—Sol: Por cierto, ya que estas podes cuidarlo para que me dé una duchita rapida?

—Yo: Si por supuesto, pero no te tardes que después tengo que estudiar.

Se fue al baño y poco después escuché el sonido de la ducha. Dentro de mí sabía que debía aprovechar esta ...