1. Sexo en el templo


    Fecha: 28/06/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Ishtar Flores, Fuente: CuentoRelatos

    ... posteriormente le di un beso en el glande, después metí la cabeza del pene, y sacaba, lo hice varias veces, y mas adelante, introduje todo ese enorme miembro en mi boca, aunque sentía ahogarme, -Ismael: ¡Ohhh que bien la chupas! ¡ooohhh! Así, así, trágala toda, trágala toda, ¡ooohhh!, no me equivocaba contigo sabía que eras una auténtica zorra que le gustan follarse a los amigos de su marido. Que rica puta eres. Decidí morderle el tronco, y bajar a los testículos, mordiéndolos suavemente, comiéndomelos todo, mientras con mi mano masturbaba su miembro y el me peinaba.
    
    Después de varios minutos, me puse de pie, el se recostó en una banca del templo, y me invito a que lo montara, empecé a introducir ese miembro, mientras gemia –aaa mi amor- que rico, lentamente me la introdujo, sentía como me abría mi coño, como esa enorme y gorda verga me partía, yo gritaba y gritaba que me follara más duro, aaay... ahhhh gemía, mientras poco a poco iba metiendo más y más. -Ismael: ¿Te gusta cómo te follo verdad? ¿El cornudo nunca te ha follado así verdad? -que rica verga tienes mi amor- me comenzaba a dar de sentones una y otra vez, mientras sus manos acariciaban mis nalgas e introducía sus dedos en mi ano, nos besábamos, mordíamos nuestros labios, sonó el reloj del templo indicando que era media noche -le dije no vendrán a interrumpirnos- el muy cínico, dijo no ya le avisé a mis colegas que no vengan, siempre cuando cogemos con alguna feligrés nos avisamos.
    
    Posteriormente, el Pastor, ...
    ... me cambio de posición y se echaba sobre de mí; me dejaba caer todo el peso de su cuerpo, y empujaba para metérmela más, para partirme en pedazos: ¡lo sentía delicioso! Me levantaba las piernas, me las separaba, con fuerza, hasta causarme dolor, ¡delicioso!, y luego se acomodaba y me la dejaba ir, hasta el fondo, con fuerza, con saña, con mucho ardor y placer. Me sacaba su verga; la frotaba en contra de mi clítoris, me la paseaba por encima de mis labios vaginales, los recorría sin meterla y luego, de repente, ¡me la clavaba de nuevo! ¡Qué verga!, ¡que rica manera de coger! ¡Lo disfrutaba, mientras me mordía los labios! Sentí, en mi vagina un poco de semen, pero el seguía, le dije cambiemos de posición, pero dijo no aun no, y me besaba y echaba sus fuerzas, por lo que con mis largas piernas lo enredé de la cintura, aprete fuerte mis muslos, para asfixiar a su miembro, lo que lo hizo gritar de placer. Le dije aun no te vengas, por lo que nos levantamos, y me hinqué y empecé a jugar con su pene, al cual ya le escurría un poco semen, pero su miembro mantenía el vigor.
    
    Así continuamos varios minutos, después me dijo, vuélveme a cabalgar pero en esta ocasión en posición inversa, esta vez mis largas piernas ayudadas por mis tacones tocaban el suelo -zaz, zas- sonaba duro nuestras carnes chocaban muy rico, mientras me mordía mi espalda, yo comencé a realizar giros, para hacer mas placentero el acto sexual y lo logre -maldita puta que rico te mueves- me vas hacer venir y todavía no ...
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