Mi esposa se portó mal y a mi me encantó
Fecha: 30/06/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: El-corno0313, Fuente: CuentoRelatos
Todo comenzó una noche de viernes, una de esas noches donde nos disponíamos a botar el estrés de la semana con una salida en pareja.
Habíamos estado haciendo el amor toda la semana como siempre fantaseando ambos, acerca de cómo ella deseaba probar más sexo, como se sentía cada vez más puta, como añoraba volver a tener en su boca aquellos penes que la habían hecho vibrar y que habían llenado su cara, sus labios y su culo, como añoraba que le acabaran en las manos, si, en las manos, como ella me dijo: “Es excitante que acaben en mis manos porque puedo ver el premio que he conseguido por ser tan puta y deliciosa.”
Todo esto había sido la antesala de ese viernes, mientras se vestía no podía dejar de verla y saborear ese cuerpo hermoso, ese culo hipnotizante y esos pechos perfectos que como dije anteriormente no muy grande pero con la medida exacta para que quepan una boca.
Me cuesta mucho describir su vestimenta sin excitarme, ya que la ropa es la primera invitación formal ya sea a la coquetería o algo más salvaje. Una camisa mangas largas blanca de botones, que cabe destacar que convenientemente el ultimo botón no estaba abrochado, dejando ver un escote prohibido pero que al mismo tiempo era una ventana para ver y saborear sus pechos, esa camisa que era algo más que eso, era un catalizador de morbo, que incitaba a desabrocharla de a poco, para poder tocar y besar esos pechos.
Se vistió con un hilo pequeño de encaje que recuerdo me comento en un momento de calentura ...
... que a uno de sus amantes lo volvía loco ver su culo en hilos de encaje, que no había mejor sensación que sentirse deseada mientras era penetrada de espaldas mientras su amante enloquecía embistiéndola con su hilo de lado como a ella le gusta y tocando su culo una y otra vez.
Yo disfrutaba la vista, imaginaba escenarios mientras le tomaba fotos para mi colección personal del álbum de la puta de mi esposa, sentía unos celos deliciosos mientras me imaginaba mil y un escenarios, mientras sabía que ella no solo se vestía para mi sino para ser deseada y porque negarlo, eso me encanta.
Nos dirigimos al bar de siempre a disfrutar el ambiente el cual ese día pues estaba un poco apagado, simplemente disfrutábamos nuestra compañía y la música y unas cuantas bebidas.
Entrada la noche y dispuestos a irnos sucedió como por gracia divina, en la entrada logramos ver uno de sus pasadas conquistas, con el cual se calentó muchas veces pero nunca paso nada. Lo miro y me volteo a ver inmediatamente me sonrío como lo hace al estar excitada, se amarro el pelo lo cual la hace ver más sensual y sexy y mordiéndose los labios en silencio me dejo ver que esa noche cualquier cosa podía pasar y que tenía que estar preparado… y si, estaba preparado.
Inmediatamente que mi esposa cruzo miradas con su amigo, de manera sensual y sutil le invito a que el desatara esa calentura nuevamente…se acercó a nosotros y se saludaron, podía sentir la tensión sexual entre ellos eso me volvía loco, me mataba de ...