1. Trío [H30


    Fecha: 06/07/2025, Categorías: Sexo en Grupo Autor: manum, Fuente: RelatosEróticos

    ... cuyo sabor llevó a Irene a un orgasmo silencioso. El calor que despedía el rápido ir y venir de su lengua a lo largo de la vulva generó un millón de descargas eléctricas que recorrían de forma cada vez más intensa todo su cuerpo, hasta llevarla a un intenso e inevitable orgasmo, acompañado de una deliciosa lluvia adicional de aquel néctar divino.
    
    Algunos minutos después Irene reanudó su labor de ensalivar por completo el cuerpo de Ana, mientras le contaba todas las fantasías que había tenido con ella. Cuando la sintió suficientemente excitada le propuso bajar un nivel más en la profunda escalera de la lujuria: coger con Bruno. Ana, después de un espasmo no ajeno a la sorpresiva proposición apretó sus pechos fuertemente mientras imaginaba varias escenas con sus colegas. Aceptó gustosa y rápidamente se incorporó para tomar rumbo hacia la habitación del chico.
    
    Vistiendo nuevamente sus diminutas tangas y sostenes, entraron de manera juguetona al cuarto de Bruno, quien, desconcertado, preguntó el motivo de aquella visita nocturna. Sin mediar más palabras, las chicas se metieron rápidamente entre las sábanas de Bruno, acercándose a su cuerpo para de inmediato contagiar el calor de su lujuria.
    
    Cuatro manos empezaron a recorrer el cuerpo de Bruno, sin dejar un solo centímetro por auscultar. De forma casi ...
    ... imperceptible, lo despojaron de sus pocas prendas, mientras él recorría torpemente ambos cuerpos extraños para apresurar el levantamiento de su miembro. Ana pronto sintió en su vientre la enorme erección y se dispuso a engullir aquel miembro sin dudarlo. Pronto, los gemidos del joven hicieron un dueto con los de ella, ambos disfrutaban el contacto de aquellas dos partes de sus cuerpos. Irene quiso unirse al concierto sexual y se sentó en la boca de Bruno, abriendo ella misma sus labios vaginales para disfrutar de una lengua larga y bastante habilidosa para explorar hasta el fondo de su ser. Entre saliva, semen y fluidos vaginales, los tres llegaron después de unos minutos a un triple orgasmo cuyos ecos competían con la estruendosa presencia de la tormenta veraniega que enfurecía afuera.
    
    Las chicas decidieron intercambiar sus lugares para utilizar a Bruno como su juguete sexual. Irene se sentó en el pene húmedo, que apenas volvía a tomar dureza, en tanto, Ana acomodó su entrepierna en los labios de su compañero. Ambas quedaron frente a frente, lo que aprovecharon para acallar en un largo beso húmedo los gemidos que les arrancaba el pene y la boca del chico. Los tres sabían que ambas cabalgatas nocturnas serían apenas el comienzo de un largo descenso hacia la satisfacción de sus más oscuros deseos carnales. 
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