1. Cogí con mi suegro por el día del Padre


    Fecha: 19/07/2025, Categorías: Incesto Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos

    ... tampoco gaseosa. Sentí que se abría una ventana de oportunidad, pero igual, tendrían que armarse las parejas como yo quería y no había forma de condicionarlo.
    
    Como esperaba, mi esposo dijo que iría al supermercado a comprar el maíz y las gaseosas. Ni mi suegro ni mi suegra dijeron nada. Yo le dije “anda amor, yo me quedo con tus papas”. Mi frustración era grande pues pensaba que ya no habría posibilidad de disfrutar esa tarde la verga de mi suegro.
    
    De pronto, la oportunidad se presentó. Mi suegra le dijo a mi suegro “amor aprovecho y compro algo para nuestra cena en casa”. A mi suegro le cambió la cara. Le respondió que le parecía una excelente idea. Finalmente, en un golpe de suerte, mi esposo se fue con su mamá al supermercado y me quedé a solas con mi suegro en el departamento.
    
    Tendíamos no más de 20 minutos o incluso menos. El supermercado estaba a poco más de dos cuadras del departamento y los domingos por la tarde solía estar vacío. Mi suegro y yo lo sabíamos.
    
    Ni bien salieron, me paré junto a la ventana y pude ver como se alejaban. Mi suegro se puso detrás de mí y comenzó a acariciar mis nalgas, por debajo del vestido. Mientras lo hacía se había desabrochado el pantalón y sacado la verga.
    
    Cuando confirmé que mi esposo y mi suegra caminaban rumbo al ...
    ... supermercado, le dije a mi suegro que se siente en el sofá. Ni bien lo hizo, me puse a su lado y comencé a chuparle su verga. La sentía toda dentro de mi boca, estaba loca por sentirla ya dentro.
    
    Sin sacarme ni el vestido ni la tanga, me senté sobre mi suegro. Mirándolo. Puso con sus dedos la tanga de costado y me la metió toda, en una sola empujada. Tenía ganas infinitas de besarlo, pero no podía, tenía un labial rojo que le dejaría marcas y no deseaba arriesgarme. Sentí su verga entera disfrutando mi coño completamente húmedo.
    
    Estuvimos un par de minutos así. Me pidió que me levanté y que me ponga como perra. Lo obedecí, se puso detrás de mí, y sentí como entraba nuevamente toda su verga gruesa en mi coñito. Ambos sabíamos que no teníamos tiempo. Nos aceleramos adrede, no queríamos quedar a medias. En un par de minutos sentí que me venía y se lo comencé a decir, “me vengo, me vengo, suegro me vengo”. Se puso a mil también y llegamos juntos.
    
    En un instante nos separamos. Fuimos juntos al baño. Con un papel higiénico le limpié su verga. Lo boté en el inodoro. Ni bien terminé regresó a la sala. Con la tanga de lado, me limpié. También tiré el papel al inodoro. Jalé la palanca. Me acomodé la tanga. Volví a la sala.
    
    Ni bien me senté, mi esposo abría la puerta. Habían vuelto. 
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