Mi suegro nos visita y me llena la cola
Fecha: 21/07/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos
... conseguido una mujer que le sume. Ella es linda y no es mala, pero no sirve para ser una buena esposa.
- No seas tan dura, la chica se esfuerza, quizás no sepa cocinar ni mantener bien una casa, pero para otras cosas seguro es muy buena.
- Pero no trabaja y ni siquiera puede mantener la casa en orden. Tiene tiempo de sobra para hacer algo útil y nada.
- Si pues. Es muy relajada y quiere todo fácil sin esfuerzo. Se sacó la lotería con nuestro hijo. Pero él la ama ¿Qué podemos hacer?
- Si pues. Ni modo, seguro lo atiende muy bien en la cama, jejeje.
- Pues te aseguro que eso debe ser así.
Mientras los escuchaba hablar me sentía tan puta, tan poca cosa, tan sumisa, dándole el coño a mi suegro y él, mientras tanto, hablando mal de mí con mi suegra. En lugar de molestarme y dejarlo allí, sólo me sentía aún más sumisa y entregada. Hasta premiada con semejante verga haciéndome gozar.
Mi suegra siguió hablando.
- Habla con ella, trata se ser sutil y amable. Dile que sería bueno que trabaje o estudie algo.
- Pero sabes que es algo limitada y lenta, ¿Qué podría estudiar?
- Quizás cocina y así lo atiende mejor.
- Si pues, tal vez para eso sea buena.
En ese momento mi suegro me la sacó. Sentí como se arrodillaba ...
... detrás de mí y, con el celular en la mano, me escupió el culo. Me escupió dos veces.
Se volvió a levantar y con su mano libre acomodó su verga en la entrada de mi culo. Sin mayor esfuerzo empujó y me abrí para él. Sin pausas la metió toda. Sentí que me ardía el culo, pero lo deseaba tanto que lo dejé entrar, dejé que me posea por el culo con toda su enorme verga.
Quería gemir y gritar. Pero no podía, el seguía hablando con mi suegra. Hablando ambos mal de mí. Yo en cuatro patas con su verga en el culo. Llegué. Me tuve que morder los labios para no gritar y gemir. Él siguió bombeándome. Yo estaba como ida, perdí un poco la noción de lo que pasaba. Dejó de hablar con mi suegra. Me cogió de ambas nalgas y se concentró en mí.
Que puta eres nuera. Eres una puta cualquiera. Me la empujaba hasta el fondo y la sacaba casi toda. Tuve un segundo orgasmo y un tercero casi inmediato. El seguía. Yo me moría allí sobre el sofá. Sentí como me llenó de leche. La sacó y me dijo “límpiala”. Lo obedecí y con mi lengua se la dejé muy limpia. Sin olor ni sabor a semen, sin olor ni sabor de mi coño y mi culo.
Me dio una palmada en la nalga, se fue, se duchó y salió. Regresó muy mareado en la noche y se fue a dormir. La mañana siguiente volví a ser suya.