Mi sumisa traía regalo (III) - Relatos Eróticos

Mi sumisa traía regalo (III)

... marido.

-Te voy a dar 20 azotes PERRA, espero que lo aguantes y ademas quiero que los cuentes.

Y le solté el primer correazo.

Pego un brinco echándose hacia delante, pero enseguida recupero la posición.

-Uno.

-Uno que, PERRA

-Uno SEÑOR.

Y los fue contando uno a uno hasta llegar…

-Veinte SEÑOR

Dejándose caer con el último, observe que le caían lagrimas por la cara.

Lleve mi mano a su coño, y uffff, estaba chorreando.

-Veo que te ha gustado PERRA.

-Ufffff, no voy a poder sentarme en una semana SEÑOR, pero siiiii, fólleme por favorrrrrrrr.

Y como se lo había ganado, me bajé los pantalones y sacándola de la cama y dejándola con el culo fuera, se la metí de golpe.

-Agggggg, ¿me puedo correrrrrrr?

-Jajaja, si te doy dos correazos más te corres PERRA.

-Siiiii, ufffffff, no seeee agggggg, pero me han puesto muy PERRA, aggg.

-PERRA no, te han puesto muy PUTA, que es en lo que te voy a convertir.

-Me corroooo, ufffffff.

Yo seguí follándomela, durante diez minutos, en los cuales se corrió tres veces.

-Me corroooo PUTA.

Me vacíe en ella dejándome caer en la cama y arrastrándola hasta mí, y cogiéndola del pelo, pegue mi boca y la bese con ganas, me gustaba.

-Uffff, ahora me tendré que duchar otra vez SEÑOR.

-No PERRA, te quiero así, sintiendo mi corrida.

- ¿Déjeme recoger esto un poco?

-De eso nada PERRA, esto se queda asi, y las bragas sobre la cama.

-Pero mi…

-Por eso se van a quedar ahí. Vámonos.

No ...

... dijo nada más, aunque por su cara no le gusto, cosa que a mí me daba lo mismo.

Cogió un par de chaquetones del armario de la entrada y nos fuimos hacia el coche.

-Ahora vamos a mi casa PERRA, yo no voy a tardar mucho, y no te preocupes por tu marido, te aseguro que si es como dices ni se va a dar cuenta, pero si se da cuenta, y es cierto lo que me ha dicho tu hermana, no creo que te diga nada y te garantizo que te facilitara el divorcio.

-Eso espero SEÑOR, y mi hermana confía en usted, asi que yo también.

- ¿Te duele?

-Jajaja, siiiii, pero me tiene mojada SEÑOR, en mi vida he tenido este grado de excitación, claro que tampoco nadie me había azotado, hasta ayer, jajaja.

-Luego vere lo que hiciste anoche, pero supongo que hablaríais ¿no?

-Si, bastante rato, ademas…

-Guárdate ese ademas, que lo supongo, pero quiero verlo yo, ahora quiero saber si de lo que hablasteis tienes alguna pregunta o duda.

-Pues hay algo que me dijo, que no me convence SEÑOR, me dijo que usted puede cedernos o prostituirnos si quiere.

-A ver, esto que te quede claro, me perteneces, y puedo hacer lo que desee contigo, como si quiero ponerte a hacer la calle, pero siempre puedes decir no, siempre serás libre de irte, pero como supongo que te diría el cornudo, no doy segundas oportunidades.

-Si eso me lo dijo también, ¿pero sabe?, lo dijo todo convencido, él y por lo que veo mi hermana y mi sobrina estan dispuestos a cumplir todo lo que usted les pida.

- ¿Y tú?

Agacho la ...