1. Tu madre, nuestra puta (Capítulos I y II)


    Fecha: 08/08/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Relatador2022, Fuente: CuentoRelatos

    ... algo.
    
    Cuando llegamos a casa de Óscar, nos dijo,
    
    "Chicos, putada, mi madre está en casa. Hoy no ha salido"
    
    "Bueno", dijo Pablo "no hay problema, entremos y nos la follamos"
    
    Todo reímos la tontería.
    
    Entramos, saludamos a Marisa, y nos metimos en el cuarto de Oscar. Nos dedicamos a relatar nuestros logros, y como siempre solo yo aportaba material gráfico de mis hazañas, por lo que siempre ganaba yo, jaja.
    
    Al rato, y cuando ya no sabíamos que hacer, decidimos irnos a la calle a dar una vuelta. Cuando salimos del cuarto, Marisa, nos paró.
    
    “¿Ya os vais chicos, con el calor que hace? ¿No queréis una cola?”
    
    Bueno el ofrecimiento sin duda era tentador, no tanto por la cola, sino por el culo, jaja, la buena de Marisa, estaba con un pantaloncito corto que le marcaba las nalgas de una forma infartante. Junto con la camiseta de tirantes que llevaba, era difícil decir que no a su oferta.
    
    “Oscar, llévalos al salón mientras preparo la bebida. ¿Queréis picar algo chicos? “, nos dijo mientras iba a la nevera.
    
    “Si, si”, contestamos y alguno por la bajinis “a ti”, jaja
    
    A Oscar no le hacía mucha gracia los comentarios ni como nos volvimos todos a ver el culo de su madre según se iba a la cocina.
    
    “Venga tíos, no seáis guarros, que es mi madre”, no dijo
    
    “Tranquilo hombre”, le respondió Pablo, “si con la mirada no la follamos”
    
    “Pues parece”, nos contestó.
    
    Y si, la verdad es que mujercita estaba para darla un buen empujón, aunque todo aquello eran ...
    ... fantasías, y como tal quedarían.
    
    Marisa, trajo una bandeja con cinco vasos y una botella grande de cola. Según venia por el pasillo, nuestras miradas se fijaban alternativamente en sus tetas y en su coño. El que más y el que menos, la estaba viendo venir desnuda. Ella venía sonriente. Sabía que la estábamos devorando con la mirada, pero también sabía que no nos íbamos a tirar a su chepa, o sea que la situación la divertía.
    
    Luis dijo,
    
    “Madre mía, como me está poniendo la Marisita. Tengo el rabo que me va a reventar…”
    
    “Tíos, no os paséis”, volvió a decir Oscar.
    
    “Pero Oscar”, le dije, ¿es que no ves que esta buenísima?”
    
    “Ya”, contestó, “y eso que hoy no l leva la camiseta, que suele ponerse y que en cuanto se sienta en el sofá se la ve todo, porque no lleva bragas”
    
    “Joooderrr”, exclamó Pablo, tenemos que venir más a tu casa Oscar”
    
    Tuvimos que cortar el sexo oral que teníamos porque venía. Ahora en la bandeja traía un vaso más para ella, y unos cuencos con frutos secos y aceitunas.
    
    Se sentó en un sillón, tres de nosotros en el sofá, Oscar en el otro sillón y Luis en el suelo.
    
    “Pero Luis, coge una silla y siéntate”, le dijo Marisa.
    
    “No, no estoy aquí genial”, dijo él.
    
    Así no se le notaba el empalme que llevaba.
    
    No sé cómo y después de hablar de las tonterías de rigor, de que tal la vacaciones y todo es, terminamos hablando de cine. De películas, pero para nuestra frustración no de pelis porno…
    
    Así salió la última de Harry Potter, de la que nos ...