1. Sofía, la compañera de mi esposa


    Fecha: 10/08/2025, Categorías: Infidelidad Autor: doadevon, Fuente: CuentoRelatos

    ... lo que si es que me tiene que satisfacer cuando yo quiera
    
    No se si esas palabras rompieron su guardia o le di en algún trauma, pero acepto mi propuesta.
    
    - Esta bien acepto lo que me propones, pero por favor no seas tan ruso conmigo, la verdad es que nunca he pasada de sexo en posición de misionero
    
    Pague la cuenta y nos fuimos a un motel cercano. Apenas entramos a la habitación la empecé a besar y tocar su cuerpo por encima de su traje ejecutivo. La verdad es que para su pequeña figura, las proporciones de sus senos y nalgas era muy buena. Recorrí desde su cuello hasta su cintura y subí de nuevo desabotonando su blusa, su piel olía muy rico, le quite su saco y blusa, ella desabrocha su falda en el inter y la deja caer, una muy buena visión de Sofía en ropa interior unas tetas paraditas y un culito respingón pero con buena proporción. Yo fui más rápido para quitar mi ropa y quede solo en boxer, mi verga está a reventar y salía por la parte superior la saqué y le indiqué que se acercara, ejercí un poco de presión en sus hombros para que se ...
    ... hincará y me diera una buena mamada la cual si fue muy buena, para decir que era tímida en el sexo, me mamaba hasta los huevos, tuve que detenerla porque casi me hace llegar de la buena succionada que me daba.
    
    La tome de los hombros y la levante de su posición para recostarla en la cama, no sin antes retirar su bra para poder besar y succionar ese buen par de tetas, baje lentamente y escuchaba como jadeaba de lo excitada llegue a su cintura y empecé a bajar poco a poco su calzoncito, voy a hacer una pausa porque he olido varías vaginas en mi vida y esta mujer olía de maravilla pensé tengo que comprarle el mismo perfume, jabón o crema a mi esposa, no porque no tenga un buen aroma pero ese olor delicado a vainilla era maravilloso.
    
    Pase a pasar mi lengua por sus labios mayores, mientras seguía masajeando sus tetas, creo que en ese punto ella perdió la poca cordura que le quedaba y empezó a decir que no me detuviera que le gustaba como lo hacía. Y yo con gusto le seguí dando lengua hasta que sentí como retorcía su cuerpo y me daba a probar su elixir. 
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