-
La enfermera casada
Fecha: 11/08/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Consuelohoyos, Fuente: CuentoRelatos
... prometí. Le dije mientras la abrazaba y besaba, mis manos iban y venían por sus tetas y nalgas. Mientras ella, nerviosa, solo me abrazaba y respondía a mis besos. Me saque la verga y la puse en su mano, la toco unos segundos y la soltó, acto seguido intenté desabotonar su pantalón, pero no me lo permitió. Enf.: Soy casada, además van a venir y nos van a encontrar aquí, así… Yo: Se acaban de ir, tenemos al menos 30 minutos para que te la meta. Enf.: Hoy no, me da miedo que nos encuentren, mejor mañana. Yo: ¿No te gustó lo que te puse en la mano? Enf.: No, esta feo jajaja. Fingí molestia y la solté, ella aprovecho para irse a sentar. Mientras yo guardaba con dificultad y algo de dolor mi verga erecta en el pantalón, me llamó. Enf.: Acércate, no lo guardes. Fui a donde estaba ella y sin decir más, la metió en su boca y empezó a mamar de una forma deliciosa, como si fuera algo que llevaba deseando comerse desde hace mucho, metió la mitad en su boca y le ordené que se la metiera toda. Enf.: No me cabe, está muy grande. Yo: De acuerdo, pero mañana te voy a coger, no importará nada. Enf.: Ok, pero ya vámonos, van a llegar. Además yo gimo muy fuerte y nos van a oír. Salimos y esperamos la llegada de los demás para irnos a comer, con el nerviosismo de las ganas y la culpa. Esa tarde nos despedimos con besos muy cachondos, de amantes que se desean, que quieren tenerse más cerca. La hora de quedarse solos llegó, no perdí un segundo y apenas ví ...
... que todos se iban, cerré y la metí a mi lugar, ella un poco nerviosa, se dejó llevar. Esta vez los dos nos acariciábamos, nos manoseábamos, como ella dice. Le subí la blusa y el bra, lamí y chupe sus pezones, mientras acariciaba sus nalgas y panocha, sobre la ropa. Ella empezaba a gemir, suave, y su mano ya estaba buscando mi verga, la intentaba sacar y la ayude, mientras ella me masturbaba le baje el pantalón y la tanga, acaricie su clítoris y la tome de la cabeza obligándola a darme otra mamada antes de ponerme el condón, lo cual ella hizo gustosa y solo dejo de hacerlo para decirme “ya métemela”. La incliné sobre el escritorio y sin el menor cuidado se la clave de un golpe, ella gimió y comenzó a moverse para que le entrara más. Yo: ¿Te gusta? Enf.: Me encanta, dame. Yo: ¿Así o quieres despacio? (mientras bajaba el ritmo) Enf.: Dame duro. (Con gemidos ahogados, para que no nos descubrieran). Yo: ¿Quieres más, putita? Enf.: Siii, métemela toda, más rápido, más duro. (y gemía, con la cabeza agachada, señal de placer y dolor) Todo el tiempo vigilé por la ventana, y al ver que alguien se acercaba le dije: Yo: Viene la asistente. Enf.: Ya sácamela, nos va a ver. Yo: Casi me vengo, muévete más y deslechame. Enf.: Ok, vente rápido. (palabras entrecortadas por los gemidos) Vacié el semen en el condón que le mostré para que viera la leche que había ordeñado con tan suculenta panocha. Sonrió y nos besamos. Nos fuimos a comer y le pregunte si ...