1. Mi esposo y mi hermano


    Fecha: 22/08/2025, Categorías: Incesto Autor: Teseo68, Fuente: CuentoRelatos

    Estoy acostada en mi cama recordando lo que sucedió.
    
    Mi esposo duerme tranquilamente, mientras yo contengo las lágrimas de impotencia y horror.
    
    El cigarro se acaba lentamente en mis dedos; siento el semen seguir saliendo de mi vagina y ano.
    
    Cierro los ojos y vuelvo a sentir…
    
    La noche inició como siempre. Llegué a casa de trabajar, mi marido me esperaba con comida china y una botella de vino.
    
    Al terminar, me comenzó a besar y acariciar. Un día pesado como ese merecía terminar con un buen orgasmo.
    
    Me acariciaba por encima de la ropa; mis nalgas, mis pechos; me besaba el cuello y yo podía sentir su falo creciendo, tratando de salir del pantalón.
    
    Me llevó a la recámara y me desnudó lentamente; disfrutando y besando cada parte de mi cuerpo; su lengua se paseaba por mi piel mientras mi ropa iba desapareciendo.
    
    Sus labios y sus dientes jugueteaban con mis pezones provocándome escalofríos de placer.
    
    Cuando estuve desnuda, me acostó sobre la cama y continuó el escarceo; en un momento, unas esposas aparecieron en sus manos; me ató a la cabecera de la cama y siguió disfrutando de mi cuerpo a su antojo.
    
    - Me encanta tu cuerpo… me fascina tu piel… adoro hacerte mía… tu cuerpo es mío…- me decía mientras me chupaba lentamente la vagina y el clítoris.
    
    Somos una pareja casada normal, sin cuerpos exuberantes o envidiables; pero, me excitaba escucharlo hablar así.
    
    Se tomó un momento para desnudarse mientras su mirada denotaba el deseo que ...
    ... sentía.
    
    Cuando estuvo desnudo, tomó una mascada y me cubrió los ojos.
    
    - Tengo una fantasía y hoy la voy a cumplir…- me decía al oído mientras ajustaba la mascada para que no pudiera ver.
    
    Un escalofrío recorrió mi espalda en la zozobra de lo que vendría. Me puso sobre mis rodillas y mis manos de sostenían de la cabecera con las esposas. Mientras estaba yo en esa posición l, el se metió entre mis piernas acostado y siguió chupándome mis labios vaginales; yo escurría de ansiedad y deseo, necesitaba sentirlo dentro de mi.
    
    En un momento, lo sentí acostarse junto a mi, me tomó de la cintura y me hizo montarme sobre él.
    
    Algo me hizo dudar; pero, me guío para enterrarme su falo. A pesar de que estaba muy mojada, le era difícil entrar a su verga; la sentía yo enorme, gruesa, desconocida.
    
    Un suspiro de satisfacción salió de su boca cuando logró enterrarla por completo. Se quedó quieto; pero, yo sentía la necesidad de sentir el bombeo; empecé a moverme arriba y abajo, disfrutando esa rica verga que me penetraba. Él bufaba y gemía, haciéndome gozar más.
    
    De repente, sentí una mano acariciar la entrada de mi culo, untando algo frío y resbaladizo; un dedo se enterró en mi haciéndome jadear y gemir de placer y sorpresa.
    
    - Así te quería tener… ver cómo te cogían… romper tu culo y hacerte una doble cogida…- me decía al oído mientras seguía preparando mi culo con sus dedos.
    
    - Y tu hermano fue el elegido para cogerte… y tanto tú cómo él parecen estarlo disfrutando…- me dijo ...
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