-
Y la cena terminó en trío
Fecha: 22/08/2025, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Paola Paola, Fuente: CuentoRelatos
Es curioso cómo pueden empezar las fantasías. Alguien te cuenta sus historias, sus fantasías, todo lo que se puede hacer y que a veces desconocemos, nuevos juguetes, nuevos sitios, todo es válido. Cuando dos personas se unen y están de acuerdo en ello, lo que puede pasar es brutal. Pero a veces nos falta imaginación o algo de motivación para poder llevar a cabo muchas de esas prácticas. Aunque en las manos correctas… Se pueden hacer muchas fantasías. En mi caso fue un sueño. Quien me iba a decir que ese sueño, me hiciera desear con tanta ansia probar algo nuevo. Un sueño que en cierto modo me dejó con ganas de más. Lo conté tal cual pasó y dejé de escribir cuando me desperté corriéndome con todas mis fuerzas. Me hubiera encantado saber cómo hubiera terminado esa noche si no me llego a despertar. ¿Me hubiera ido sola a casa? ¿Me hubiera acompañado el chico con el que quedé? ¿Nos hubiera acompañado el camarero que nos atendió tan amablemente y del cual pienso que estaba fuera escuchando como follaba con mi acompañante en el baño? Sinceramente, en el estado en el que estaba hubiera deseado mucho más. Así que os voy a contar como me hubiera gustado que terminara esa noche. Si queréis saber de qué hablo, tendréis que leer mi relato “ Mi sueño más erótico ” porque es el motivo de esta continuación. Mi sueño me llevó hasta el baño de un restaurante. Es relativamente grande. Cuando paso por la primera puerta, a la izquierda hay 4 lavabos encastrados sobre ...
... una encimera y un gran espejo sobre ellos. Frente a la puerta hay 4 puertas para los aseos. Son puertas con un pequeño espacio abierto en la parte baja y las paredes de unión no llegan hasta el techo. El aseo en el que estoy no es pequeño. Podemos estar perfectamente dos… o tres personas. En mi momento más álgido del sueño, me encuentro dentro, con un hombre que me está volviendo literalmente loca de placer. Moreno, ojos verdes, 1´90 más o menos, barba muy recortada y mirada muy intensa. Fuera hay un camarero, moreno, pelo corto, ojos azules, espalda ancha y un trasero redondo que me parece impresionante. Mide más o menos lo mismo que mi acompañante. Es muy amable, pero tiene el típico aire de canalla y cabrón. Dentro del aseo estamos recuperándonos del impresionante orgasmo. Mi vestido esta enrollado en mi cintura. Busco los tirantes y poco a poco voy acomodando el vestido a mi cuerpo. Busco un poco de papel y me limpio como puedo la corrida que resbala por mis muslos. Mi acompañante se ajusta el pantalón, en el cual se marca aun su polla. Me sonríe y nos damos un pico. Bajo el vestido y deslizo las manos por los laterales para estirarlo. Escuchamos un ruido fuera y nos damos cuenta de que la puerta no está completamente cerrada. Al abrir la puerta, encontramos al camarero apoyado en la encimera corriéndose en el lavabo. Su cuerpo se tensa y gruñe con fuerza. Miro al espejo y me encuentro con su mirada. Tiene la mano izquierda cerrada en un puño, pegada a su cara ...